Jornada de gran pelea. Unos octavos de final muy disputados, de los que más en toda la temporada ya que únicamente podemos contar un partido que se »salvó de la quema», de correr y correr por la pista para ganar por intensidad y acierto.
La pelea fue una constante que hizo que la duración de los encuentros se alargase bastante más de lo previsto.
Muy sencillo fue el día para Mapi y Majo Sánchez Alayeto (realmente fueron las únicas que lo pasaron sin contratiempos), olvidando las complicaciones de 1/16 y dándose un festín de puntos ante Raquel Segura y Carlotta Casali. La española y la italiana no pudieron mantener el ritmo de las hermanas de Zaragoza y cedieron en el partido con un 6-2 y 6-2.
Y quitando este partido, la batalla campal, empezando por las números 1, Ari Sánchez y Paula Josemaría, quienes se las vieron y desearon para superar a Ana Catarina Nogueira y Bea Caldera (7-5 y 7-6) y a quienes les costó un mundo imponerse al entramado defensivo de sus rivales y a su constante empuje, pues a pesar de la distancia en el ranking y del favoritismo de Ari y paula, nunca se vinieron abajo.
Vero Virseda y Claudia Jensen lograrían una buena remontada y solventar su duelo ante Claudia Fernández y Victoria Iglesias remando mucho, pues tras ponerse por delante la andaluza y su compañera (4-6), es cierto que en el segundo se apuntarían el empate rápidamente (6-1), pero en el tercero la batalla fue como en el primero, de principio a fin, sin concesiones y casi tienen que llegar al desempate (4-6, 6-1 y 7-5).
Delfi Brea y Bea González fueron de más a mucho más, o más bien fueron las oponentes, Araceli Martínez y Sara Ruiz las que bajaron el ritmo de sus revoluciones conforme avanzaba el partido, pues tras un comienzo magnífico en el que a punto estuvieron de dar el susto, llegando a pelear en el tie break aunque sin premio final (7-6), en el segundo se desinflaron físicamente y eso permitió que Delfi y Bea, con solo mantener el suyo, obtuvieran una ventaja mayor (7-6 y 6-3).
Todo lo contrario ocurriría en el partido entre Alejandra Salazar y Sofia Araújo ante Carolina Orsi y Carla Mesa, pues la madrileña y la portuguesa lo iniciaron como un tiro, espléndidas en todos los aspectos y con una estadística casi perfecta, pero en la reanudación la cosa se complicó y la italiana y la española crecieron, vieron que tenían oportunidad de cuanto menos plantar cara y lo aprovecharon, aunque no terminaron de dar la puntilla a su mejoría (6-2 y 7-5).
Choque intenso aunque con dos sets de tres totalmente dominados por una de las parejas. Así se puede resumir el partido entre Lucía Martínez y Carmen Goenaga ante Virginia Riera y Tamara Icardo en el cual estas últimas exprimieron todo su potencial en dos de los parciales, donde fueron un ciclón de pádel y en otro, el intermedio, la guerra fue muy ajustada y nos permitió ver un argumento más parejo por parte de las cuatro, que incluso llegó al tie break (2-6, 7-6 y 2-6).
Victoria de campanillas y con cierto aroma a factor sorpresa para Andrea Ustero y Alejandra Alonso. Las dos jóvenes ya vienen avisando hace tiempo que están para cosas grandes y aunque ya habían dado sustos, ahora en Madrid han querido volver a ser protagonistas. Ante Aranza Osoro y Jessica Castelló, pareja que venía con buenos registros en su todavía corta etapa, sacaron su vertiente más veterana a pesar de su enorme juventud y supieron navegar por un choque que se fue enredando con el paso de los minutos y se convirtió en una batalla táctica, mental y física que superó las dos horas y media de juego.
Mucho mejor Ustero y Alonso en los primeros compases para encontrarse después con la esperada respuesta de Osoro y Castelló para vencer en el segundo envite con solo un break de ventaja y mandarlo todo a un tercero en el que Alejandra y Andrea devolvieron el golpe e hicieron aplaudir al público con su entrega (6-2, 4-6 y 7-5).
Para terminar, otro partido a tres sets en el que hubo que remar, en esta ocasión Gemma Triay y Martita Ortega, si bien este fue el más loco de todos. Porque la primera manga ante Marta Caparrós y Teresa Navarro se convirtió en un monólogo de las cabezas de serie nº2, que luego obtuvieron de su propia medicina para terminar con otro golpe de timón en el tercero, de nuevo siendo ellas las que mandaban sin oposición alguna (6-1, 1-6 y 6-0).
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