El cuadro masculino del Málaga Open daba, durante el pasado fin de semana, sus primeros pasos y dejaba, tras varias eliminatorias, a los jugadores muy cerca de alcanzar el cuadro final.
Un solo paso queda y cuatro parejas podrán acceder a pelear en las rondas finales, pero lo que queda habrá que pelearlo mucho y no será nada sencillo a tenor de los nombres que siguen en pie.
Superaban el domingo un total de ocho parejas todas con gran pelea y desgaste, una de las sesiones más igualadas que se recuerdan este año, casi siempre con marcadores largos y mucho tiempo teniendo que correr por la pista.
Los resultados lo demuestran y como prueba de ello, la victoria de Adrián Marqués y Mario Huete ante Marc Quílez y Facundo Domínguez (1-6, 6-2 y 6-4) o la de Álvaro y Pedro Meléndez Amaya ante Enrique Goenaga y Luis Hernández, sorprendente por una parte (2-6, 6-3 y 6-3).
Victoria con mucho valor para Pol Hernández y Ferrán Insa ante Emilio Sánchez y Aris Patiniotis, también con remontada y necesitando una gran versión tanto en lo físico como en lo táctico (4-6, 6-3 y 6-3).
Más dura fue aún la de Víctor Manuel Mena y Benjamin Tison ante Jaime Fermosell y Raúl Marcos, decidida con un 6-1, 6-7 y 6-4, así como la de Mario Ortega y Carlos Martí dando la sorpresa ante los cabezas de serie nº2, Martín Sánchez Piñeiro y José Jiménez (2-6, 6-3 y 6-4).
Los únicos partidos que concluyeron a dos sets pero no por ello hicieron decaer las revoluciones habituales a las que se jugó fueron los de Dylan Demian y Joel Olivera ante Javier Valdés y José David Sánchez (3-6 y 4-6), Nico Suescun y Sergio Alba ante Daniel Santigosa y David Gala (1-6 y 5-7) y, por último, la victoria in extremis de Álvaro Cepero y Álex Chozas frente a Alonso Rodríguez e Íñigo Jofre.
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