Sobre el papel teníamos una final de altura pero una vez en la pista se demostró que, ante la división, Paula Josemaría y Ari Sánchez son más fuertes que nunca. Llevaban una ligera travesía por el desierto pero cuando más tienen que apretar, en esta segunda parte de la temporada, han vuelto a dar un puñetazo sobre la mesa.
Porque las rivales que más les habían perjudicado, Gemma Triay y Alejandra Salazar, tras la lesión de esta, han perdido algo de fuelle a pesar de la calidad más que contrastada de Martita Ortega, mientras que Delfi Brea y Bea González, las otras que han rascado este año, han sufrido un parón en este torneo, por lo que esta victoria, por cómo se daba y por el rendimiento de las rivales, tiene más valor si cabe.
El caso es que en Valencia, tierra de sol, playa y buena gastronomía, las números 1 se dedicaron a disfrutar en la finalísima, a llevar todo lo mencionado al 20×10 y a vivir una jornada plácida ya desde el inicio, donde se pusieron con un margen sensible (3-1) gracias a que hacían todo bien: el ataque, la defensa, las transiciones, movían arriba y abajo a Gemma y Martita…un master avanzado. Eso sí, habría una tímida reacción gracias a la cual la madrileña y la menorquina pudieron acercarse en el sexto juego (3-3), pero después, todo se esfumó.
La inercia se instaló ya hasta el final en el bando de las chicas de blanco y con un nivel superlativo, Ari y Paula apenas fallaron en el encuentro, cerrando la manga en el noveno juego con un 6-3 y marchándose con suma tranquilidad al banquillo.
El segundo sería una cátedra todavía mayor, a pesar de los ramalazos de orgullo que derrochaban de vez en cuando Triay y Ortega, siempre insuficientes pero que demostraban el orgullo y amor propio que tenían. Sin embargo, hay veces que los oponentes son netamente superiores y tanto Josemaría como Sánchez lo fueron en esta ocasión.
Uno tras otro, todos los juegos caían en su casillero a excepción de uno, el del honor para una pareja que había realizado un torneo fantástico pero que en la final no tuvo su día, no consiguió encender el motor. Un 6-3 y 6-1 en favor de las números 1 les da mucha moral y su noveno título antes de embarcarse rumbo a Roma para el debut en Premier Padel.
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