El torneo de Marbella tendrá a su gran representante en la final. Repitiendo como hace justo un año aunque con un compañero diferente, ‘Momo’ González volverá a intentar asaltar el título en casa. Su gente le está esperando.
En esta ocasión, al lado de ‘Sanyo’ Gutiérrez, veterano curtido en miles de batallas en lo más alto, conseguía tomar la central ante Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, una pareja que venía con un rendimiento superior, que apenas había cedido en el torneo pero que se encontró con una piedra demasiado grande en el zapato.
Los dos argentinos comenzaron con mejor sintonía el asalto al partido, desequilibrando en la pista a fuerza de picar una y otra vez, de un percutir constante que les acabó dando el premio del break en el ecuador del set. Una ventaja que certificarían con su saque y que ampliarían justo después para, manteniendo un ritmo de juego muy alto y una gran efectividad, hacerse con el envite inicial (3-6).
Pero ni ‘Sanyo’, ni ‘Momo’, ni el público, que apoyaba lógicamente a su representante, habían dicho su última palabra, especialmente el primero, que fue capaz de entender mejor que nadie lo que requería el partido, dotar a su juego de otro ritmo y cambiar la dinámica. Hay veces que ‘Sanyo’ va uno o dos pasos por delante del resto y en esta ocasión fue así; logró cambiar el tempo apoyado en un ‘Momo’ que de vez en cuando se sacaba también de la chistera genialidades, logrando desnivelar la balanza (2-2) para pasar a dominar el encuentro (4-2), si bien una última reacción de los chicos de Carlos Pozzoni a punto estuvo de crearles el problema del tie break (6-5), el cual solventaron por muy poco (7-5).
El tercero sería una batalla campal, golpe a golpe, a ver quiénes aguantaban más en pie. Si unos atacaban los otros defendían y contragolpeaban con precisión, manteniéndose hasta pasado el ecuador con todas las opciones abiertas. Serían finalmente González y Gutiérrez los que, con un 5-4 a su favor y restando, darían el hachazo definitivo con un juego en blanco pero empezando con un punto kilométrico y espectacular de más de 40 intercambios que acabaron ganando con el público en pie y vitoreando a los cuatro. Desde ahí se lanzaron a la consecución del encuentro con un 3-6, 7-5 y 6-4 loco, épico y excelso. Segunda final para ellos este año.
Y mientras, los números 1 a lo suyo. A pesar de las lesiones y los dolores, Arturo Coello y Agustín Tapia eran capaces de sacar con muy buena nota su compromiso frente a Paquito Navarro y Fede Chingotto, logrando la que significaba, ahí es nada, su victoria número 41 de manera consecutiva, números irrefutables que maquillan con naturalidad y con la inocencia de dos chicos muy jóvenes pero que están haciendo historia.
Con un 6-2 y 6-4, el español y el argentino saldaban su compromiso intentando dañar su físico lo menos posible, siendo buena prueba de ello los contadísimos remates que en el partido realizaba Tapia, todo un especialista en la materia, pero que prefería reservarse y conservar lo máximo, no haciéndole casi ni falta probarse en ese golpe, pues pronto adquirieron ventaja en el luminoso y supieron manejarla con entereza y solvencia, cerrando el encuentro en poco más de una hora.
Final con mucho que decir y con mucho pádel en ambos lados de la red. Nada más concluir el duelo femenino, veremos en acción a Arturo Coello y Agustín Tapia contra ‘Sanyo’ Gutiérrez y el local ‘Momo’ González. Las palas estarán en todo lo alto.
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