Queríamos emoción, la que no tuvimos al completo en el apartado femenino, y los chicos se encargaron de poner muy alto el listón del espectáculo. Dos partidos y dos remontadas, ambas además con la autoridad y convicción de dos parejas hechas para ganar, para vivir en la excelencia.
Un comienzo de bien alto se transformó, en ambos casos, en sobresaliente, para elevarles en la central de Viena.
Empezaban los números 1, Arturo Coello y Agustín Tapia, viéndose con ‘Coki’ Nieto y Jon Sanz, dos jugadores que han exprimido al máximo su corta etapa y que han ofrecido un pádel hiperrevolucionado con el que disfrutan y hacen disfrutar. Y a la vez que lograron eso, desesperaron a una pareja acostumbrada a mandar y a surfear con tranquilidad absoluta la cresta de la ola, a manejar el partido conforme a su voluntad.
Nieto y Sanz tiraron con pólvora total cada golpe, aprovechando que a Tapia se le veía algo más encorsetado que en otras ocasiones por un problema en su brazo derecho (también Jon arrastra dolencias en su pierna izquierda con un vendaje debajo de la rodilla), no pudiendo soltarse todo lo que quisiera. Corrían y llegaban a todo, remataban y recuperaban bolas imposibles sembrando el caos en el Steffl Arena. Así, con un 6-4 a su favor encendían tras mucho tiempo las alarmas en el binomio hispanoargentino.
Eso sí, su reacción iba a ser descomunal. Pablo Crosetti no dejó que se fueran del partido, les enchufó a base de pedirles que se animaran mutuamente, que se soltasen y empezasen a generar más con sus voleas, y la dinámica cambió por completo. Pasaron de ir por detrás a anotar un parcial de 6-0 en un visto y no visto, rompiendo constantemente el servicio de Sanz y Nieto y destrozando toda su fortaleza defensiva, su ímpetu había desaparecido.
Lejos de conformarse, en el tercero siguieron con ese mismo plan, agotando a los rivales, eligiendo sus tiros con precisión, bloqueando incansablemente y siendo un seguro por arriba, especialmente Coello, muy prolífico en la tarea tanto en su lado como en el de Tapia; por más que lo intentaban de todas las maneras posibles, ‘Coki’ y Jon notaron el cansancio y aunque sus tiros les hubiesen servido ante cualquiera, no ante el »modo depredador» de Agus y Arturo.
Dos breaks de diferencia y un resultado de 4-6, 6-0 y 6-2 para el vallisoletano y el de Catamarca, presentes en una nueva final.
Después llegaría el otro partido con distintos integrantes pero mismo argumento y camino: remontada con mano de hierro.
Paquito Navarro y Fede Chingotto se las veían con Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, duelo de control total en el drive y alegría e invención en el revés, similares recetas pero solo una con opción de llegar a la mesa.
En esta ocasión, los sacadores sí iban a encontrar el premio que no tuvieron en otros partidos, haciéndose fuertes en esta faceta para que, en la mitad del set, Paquito y Fede consiguiesen un premio extra: romper la igualdad. Gracias a un break, los chicos de Gaby Reca se pusieron por delante para lograr, con esa mínima ventaja, dar el primer paso hacia la final (6-4).
Pero Stupa y Di Nenno ya han demostrado muchas veces su capacidad de sufrimiento y el hecho de que, cuanto más complicado lo tienen, más se crecen. El binomio argentino no dejaba un cabo sin atar y con una eficiencia magistral, endosaba un severo correctivo a Navarro y Chingotto, un 0-6 de los que escuecen y hacen herida.
Bien es cierto que no se iba a quedar ahí la cosa, porque la fiesta para ellos continuó, con barra libre de puntos gracias a los rulos a la verja del »chaqueño volador» y al control desde el fondo que ejercía Di Nenno, dos argumentos que sacaron completamente del partido al andaluz y al argentino, incapaces de defenderse por más que jugaran sueltos, pues sus rivales tapaban todos los huecos y hacían imposible que se metieran en el partido.
Los pupilos de Carlos Pozzoni ejercieron tal control y monopolio de la pelota que el parcial olía de nuevo a golpe en la otra mejilla, algo que al final evitaron por poco (1-5), pudiendo maquillarlo en el último suspiro. Aun así, el choque reflejaba un 6-4, 0-6 y 1-6 que dejaba a Paquito y a Fede tocados en lo anímico tras un gran primer parcial, y a los dos argentinos demostrando que, con ganas y convicción, todo es posible.
Tendremos pues, este domingo, frente a frente a las dos únicas parejas que este año han sido capaces de levantar un título. Los números 1 contra los ‘Súper Pibes’, la revolución de la juventud, los máximos exponentes de un pádel que ha llegado para quedarse.
Los comentarios están cerrados.