A falta de los nº1 y los nº2, aparecieron los terceros en discordia, Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk se presentaban como favoritos a la final y, al igual que durante todo el torneo, ofrecieron un rendimiento excelso, controlando el juego y, esta vez, ni siquiera sufriendo en alguno de los parciales.
Delante se presentaban en su primera final ‘Sanyo’ Gutiérrez y ‘Momo’ González, también llegando con contundencia tras unos 1/16 y unos 1/8 de final de dominio absoluto pero sufriendo en tres sets tanto en cuartos como en semis. Dos caras bien distintas que tuvieron una tercera en la final, una en la que no les salió prácticamente nada.
Porque aunque le pusieron ganas, delante había una pareja muy bien adaptada a la pista, que apenas cometió errores y que manejó el partido tanto en defensa como en ataque, con Stupa elevándose y Di Nenno controlando el juego por abajo, sellando la imaginación de ‘Momo’ y la magia, esta vez demasiado intermitente y apagada, de ‘Sanyo’.
Al igual que ocurriese en la final femenina, desde el resto las dos parejas se encontraban más seguras que sacando, lo que motivó que viéramos varios breaks y que, en esta ocasión, saliesen por delante los dos argentinos, poniendo un 4-1 solvente en los registros. Unos números que se mantendrían, pues desde el otro lado de la red no pudieron más que maquillarlos ligeramente, viendo cómo Stupa y Di Nenno sellaban el primer paso hacia la conquista del título (6-3).
En el segundo set, aunque empezaron parejos, los errores de ‘Sanyo’ y ‘Momo’ y la regularidad y fiabilidad (especialmente en los globos y las bandejas) de los de Carlos Pozzoni permitieron que, por mera inercia, se fueran en el marcador. Del 1-1 pasaron a un 4-1 sin pádel espectáculo, con juego de martillo pilón que iba horadando poco a poco la defensa combinada del veterano argentino y su compañero andaluz.
Se recuperaron ligeramente con el saque de ‘Momo’ (4-2) pero todo fue un espejismo, porque en el siguiente saque, Di Nenno aseguraría el quinto juego para ellos y así restar para ganar el partido. ‘Sanyo’ no terminaba de aparecer y se resignaba en pista, con demasiados errores no forzados, al tiempo que los reflejos de su compañero y su rapidez de juego eran contrarrestados por los mismos argumentos desde el lado de Stupa.
El octavo juego sería el decisivo, el del segundo título para Martín Di Nenno y Franco Stupaczuk, quienes volvían a esgrimir la esencia de la regularidad y el mínimo fallo para elevarse en Dinamarca. La cita europea era suya, venciendo por 6-3 y 6-2 y levantando su segundo trofeo del año, el primero en World Padel Tour, que se añade al Premier Padel de Catar.
Los ‘Súper Pibes’ golpean y se sitúan como la gran alternativa si mantienen la regularidad y siguen mostrando esta versión tan acertada y que minimiza el potencial del rival.
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