Teníamos delante el superclásico del pádel, uno de los partidos más repetidos de la historia, con cuatro jugadoras que ya apenas se sorprenden, porque se conocen a la perfección, y en el resultado tiene más incidencia el ‘momentum’ de cada una o las características de la pista que el que se sorprendan por uno o dos cambios tácticos.
Es lo que tiene haberse visto la friolera de 20 veces en contra, que sabes dónde van a poner la bola en cada golpe y aun así, hay grandes diferencias en el marcador. Si no que se lo digan a Ari Sánchez y Paula Josemaría, que fueron un rodillo ante Alejandra Salazar y Gemma Triay.
Primer juego y primer break; sacaba Alejandra Salazar y las nº1 forzaban un punto de oro que ganaban sin titubeos, poniendo así el 0-1 a su favor que justo después ampliarían con su saque para empezar mandando todo un aviso: »Estamos prendidas y va a ser complicado ganarnos».
Tendríamos otro punto de oro en el tercero, ahora con Gemma al saque quien, tras varias bolas cruzadas y con Ale al fondo, se cruzaba en la red para mandar a dormir la pelota al cristal de fondo (1-2). Pero ese sería el punto de inflexión del encuentro, el momento del despegue de las chicas de Ángel González, un técnico que, desde que ha cogido a Josemaría y Sánchez, les ha dado un lavado de cara padelero y mental y les ha levantado el ánimo y la contundencia, especialmente en los duelos cara a cara con Gemma y Ale.
Otro punto de oro en el cuarto, ahora sobre el servicio de Ari, que ella misma llevaría a buen puerto (1-3) para, en el quinto, abrir más si cabe el marcador al romperle el servicio a Salazar (1-4), quien incluso realizaba una doble falta con 0-30, algo inusual en ella.
Estaban desconectadas la madrileña y la balear, no se les notaba con confianza ni con capacidad de respuesta y aunque consiguieron forzar otro punto de oro, el cuarto de este set y ahora al saque de la única que quedaba sin sufrirlo, Paula Josemaría, no lograron ponerles nerviosas y se lo adjudicaron otra vez con una sutil dejada de la extremeña para prácticamente sentenciar el parcial (1-5).
La indecisión provocaría que en el octavo juego, una bola templada por el centro, no la defendiesen ni Gemma ni Ale y que botase dos veces mansa en la pista. Juego y primer set (2-6) para la pareja que, sin duda alguna, estaba más metida en la eliminatoria.
Sí sacarían adelante su servicio Salazar y Triay en el inicio de la segunda manga, para ponerse por primea vez por delante en el encuentro (1-0), pero no terminarían de encender con ello el motor de la remontada. Siguieron jugando trastabilladas, sin la soltura de otros días no sabemos si por cansancio, condiciones de la pista o simplemente porque su pádel esta vez no les daba como para contestar y atacar a sus rivales.
El caso es que la catalana y la extremeña se volvieron a venir arriba al ver que desde el otro lado de la red la respuesta no era continuada en el tiempo y con otro arreón exitoso, volvieron a conseguir dos breaks de diferencia y a elevarse sobre la central de Vigo.
Así cerrarían el partido consiguiendo un doble premio: el título en tierras gallegas y el número 1 también en la Race 2023. Ya son doblemente líderes y parece que su reinado, teniendo en cuenta cómo llegan a los torneos, será muy fructífero. ¿Podrán Ale y Gemma superarlas en la próxima cita? Veremos qué ocurre en Dinamarca.
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