Lo que estamos viviendo en los cuatro primeros meses del año, o más concretamente en el último, es digno de estudio. Las parejas cambian una y otra vez, sin tiempo para la adaptación ni para obtener resultados, ni buenos ni casi malos, algo que no ocurre, ni de lejos, en otras discplinas.
Vaya por delante que es lógico y entendible que cuando las dos partes sienten que un proyecto no funciona, es el momento de cambiar, pero hay ocasiones en que ese momento ni llega, pues no hay margen en apenas uno o dos partidos para testar si puede haber mejoría y este no es un caso nuevo, ya lo hemos visto en otras parejas.
El caso es que Iván Ramírez y José Rico se despiden con apenas unas semifinales en Reus tras muy pocos días de aclimatación y unos 1/16 de final en Granada. El madrileño y el valenciano ponen fin a su relación, viniendo la decisión de parte de Ramírez, quien a su vez había sido despachado por Pablo Cardona, quien inició un proyecto junto a Álex Arroyo que, adivinen, también ha concluido de manera sorpresiva.
Así pues, ahora los dos están sin acompañante y habrá que ver con quién se juntan teniendo en cuenta que las inscripciones para Bélgica se cierran este martes.
¿Volverán Cardona y Ramírez? ¿Elegirán nuevos compañeros? ¿Con quién jugarán Josete y Arroyo? Incógnitas que se abren y que no hacen sino confundir a los aficionados, quienes se vuelven locos con tanto ir y venir y no terminan de aclararse con tanto cambio.
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