Juventud, divino tesoro que dice el refrán. Mantra que se han adjudicado como propio los cuatro protagonistas de la final masculina del Open de Granada, especialmente dos de ellos, unos que llevan una racha ya de 21 partidos seguidos sin conocer la derrota y cuatro títulos así, uno detrás de otro.
Y tocan ya al menos el quinto, que aún queda ganarlo en la pista, pero parten con todas las papeletas. Arturo Coello y Agustín Tapia no tienen previsto parar ellos mismos a expensas de que alguien pueda hacerlo, esa sería la noticias más destacada en lo deportivo de los últimos tiempos, porque su objetivo de cara a dos años vista, pelear (que no quiere decir conseguir) por el número 1, se les ha quedado, claramente, pequeño. Me dirán ustedes que la temporada es muy larga, que Ale Galán y Juan Lebrón tienen que reaccionar, que no van a ganar siempre…lo que quieran, pero los hechos están ahí y es que tienen cuatro metales y hoy podrían hacerse con el quinto y eso, lógicamente, conlleva haber tomado por mucho la delantera.
Ante Álex Ruiz y Juan Tello tenían un partido complicado más allá de que el acoplamiento del andaluz y el argentino ha tenido que ser express, pero han encajado y se ha notado a lo largo de todo el torneo, con momentos de buen pádel, contundencia y mucha pegada, signos de identidad de una pareja que puede ocupar un hueco importante en semis con regularidad. Pero hasta ahí llego su aventura, toda vez que Coello y Tapia empezaron sobrenaturales el partido (2-0) y a punto estuvieron de ampliar la ventaja si no llega a ser porque Tello voló sobre la vuelta de la bola a un remate de su compatriota para anotarse su primer juego en un punto de oro (2-1).
Les devolverían el golpe los de Gustavo Pratto en el sexto juego con 3-2 en el luminoso, esta vez con Tello al saque y también con punto de oro: remataba Álex Ruiz pero llegaba como un cohete Arturo Coello para sacarla por cuatro y aumentar distancias nuevamente (4-2). Desde ahí, desbandada total del vallisoletano y del catamarqueño para irse directos a por el set (sí, en otro punto de oro) gracias a un remate que enviaba directo a la red Álex Ruiz.
El segundo parcial vería un cambio necesario en Tello y Ruiz, intentando caminar más hacia la red, aplastar las bolas y arrinconar a los rivales, pero salían siempre airosos de los intercambios y lograban contrarrestar y responder con un bombardeo constante que hacía muy difícil la suma de puntos y hacerse fuertes en el marcador. De hecho, la mejor inercia fue para Arturo y Agus con un 3-1 que se mantendría y aumentaría poco después hasta el definitivo 6-2 y 6-3.
Y con esta, como decíamos, 21 victorias seguidas en World Padel Tour, superando el techo de 20 que tenían con Galán y Lebrón y con Ari Sánchez y Paula Josemaría. Los bombarderos siguen de dulce y quieren más.
Después llegarían los ‘Super Pibes’ para obtener también su plaza en la final ante Jon Sanz y Javi Garrido, elasticidad y fluidez contra potencia y físico. Se impondría el primero de los estilos tras un partido muy serio y bien esbozado de los argentinos.
Martín y Franco fueron de menos a más, cada vez mejor instalados en el 20×10, con un rendimiento y una solvencia muy buenos que les permitieron superar las complicaciones que, Garrido con sus constantes remates y su potencia desde la red y Sanz con su gran capacidad defensiva y de recuperación, les generaban. Tras ponerse por delante, ya nunca soltaron las riendas del marcador y con tranquilidad, fueron poco a poco inclinando la pista a su favor.
Cierto es que el primer envite lo conquistaron con solo un break de diferencia y que en el segundo, tras un comienzo loco con cuatro breaks seguidos (2-2) empezaron con algo de dudas pero salvo en esos dos momentos puntuales, el resto fue coser y cantar. Cerraron el duelo con un 6-4 y 6-2 pero con el paletero cargado de detalles a estudiar para la final, que desde luego no será un partido fácil para ellos.
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