La cita de Granada, como ya os anunciamos, va a ser el último baile de Nuria Rodríguez y Marina Guinart, y por eso mismo quieren que sea su mejor actuación. Por lo pronto, van camino de ello, porque en octavos han conseguido el más difícil todavía.
Si ya les costó en su primera puesta de corto ante Sara Pujals y Jimena Velasco, ahora también han tenido que sufrir para vencer, esta vez contra todo pronóstico, ante Victoria Iglesias y Patty Llaguno. Nadie o casi nadie se esperaba este resultado, pero ha llegado y se han llevado el premio con merecimiento.
Excelente puesta en escena la suya, saliendo convencidas de lo que hacer, siguiendo la hoja de ruta marcada y apoyándose constantemente, sin desfallecer, y aguantando las embestidas de Iglesias y los cambios de dirección constantes de Llaguno. La andaluza y la murciana lo intentaron de todas las formas posibles pero ni Nuria ni Marina estaban por la labor. Era su momento y con el paso de los minutos, como seguían en la pomada, vieron cada vez más clara su opción de victoria, hasta que la consiguieron (4-6 y 4-6), teniendo un día más para sonreir y jugar como pareja.
Llegaba el momento de los debuts y en prácticamente todos ellos, en mayor o menor medida, las protagonistas tuvieron que apretar los dientes igual de fuerte que sus palas. Tal fue el caso de Delfi Brea y Bea González, quienes ante Marta Talaván y Lorena Rufo tuvieron una primera parte de la ascensión muy cuesta arriba, y una segunda algo más liviana, de senda más transitable y donde sí que mostraron parte de lo que pueden llegar a producir en la pista; con los desajustes propios de quienes llevan poco tiempo juntas, la andaluza y la argentina se llevarían el choque por 6-7 y 3-6.
La otra mitad de la ecuación, Sofia Araújo y Marta Ortega, tuvieron una primera puesta en escena muy similar, en su caso ante Carmen Goenaga y Bea Caldera. Una primera parte solventada más con corazón que con cabeza, por fuerza de ranking, y una segunda en la que les salió todo, en la que bola que tocaban era punto y en la que cortocircuitaron por completo a Goenaga y Caldera, sin pócima de vida extra (7-6 y 6-0).
Después llegarían tres partidos sumamente peleados, dos de ellos con remontada mediante, teniendo como protagonistas a Jessica Castelló y Claudia Jensen en la victoria ante una dupla que ya llegaba con los deberes hechos, la formada por Carolina Orsi y Léa Godallier. Un partido que comenzaron mejor estas últimas no por dominio abrumador, sino por un mínimo golpe de timón que les fue favorable tras llegar empatadas a todo al final del decimosegundo juego, forzando así el tie break.
Tras hacerse con él, Godallier y Orsi, en vez de ir a más irían poco a poco a menos, en parte por el cansancio acumulado, al tiempo que sus oponentes crecían con el paso de los minutos espoleadas por ese primer parcial perdido. Así, Jensen y Castelló fueron tirando de recursos y capacidad anotadora hasta conseguir igualar primero y luego volar en solitario en la tercera manga (6-7, 6-4 y 6-3).
Similar desempeño tuvieron Lucía Sainz y Aranza Osoro frente a Julieta Bidahorria y Claudia Fernández. Primer set para la estadística de las sorpresas, con Claudia y Julieta consiguiendo un break esencial para sus intereses, pero a raíz de hacerse con la delantera, decayeron muchos enteros y, especialmente en el segundo parcial, apenas asistieron al partido, cediendo demasiado pronto y dando vida a Osoro y Sainz, que no desaprovecharon la oportunidad de poner el »modo mazo» y percutir sin descanso hasta obtener la ansiada recompensa (4-6, 6-1 y 6-3).
Y como a veces ocurre que no hay dos sin tres, las terceras en discordia fueron Ari Sánchez y Paula Josemaría; las cabezas de serie número 2 tuvieron un inicio fulgurante ante Melania Merino y Ana Catarina Nogueira (2-6), pero la experiencia de la jugadora portuguesa unida al hambre de su compañera hicieron posible que las tornas cambiasen y que lograsen aguantar las revoluciones a las que las españolas jugaban.
Mostrándose serias y concentradas, Nogueira y Merino daban respuesta en el segundo con un break que a la postre resultaría decisivo para empatar el partido (6-4). En el tercero, no obstante, todo volvió a como se estaba dando en el primero, con Ari y Paula arrollando y sin conceder lo más mínimo, evitando cualquier conato e sorpresa y acabando con los mismos números que en el inicio (2-6, 6-4 y 2-6).
En estos otros marcadores, el dominio de la pareja favorita fue abrumador:
Alejandra Salazar – Gemma Triay vs. Teresa Navarro – Marina Martínez (6-1 y 6-1)
Águeda Pérez – Sara Ruiz vs. Virginia Riera – Tamara Icardo (2-6 y 1-6)
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