Las expectativas tan altas que había de cara a la final masculina de La Rioja se desinflaron casi por completo, pues una de las parejas arrolló a la otra y no le dejó casi presentarse al partido.
Se medían frente a frente dos estilos muy parecidos: juventud, atrevimiento, pádel ofensivo, remates y acciones para los ‘highlights’ pero lo cierto es que todo ello solo apreció en un lado de la pista.
Arturo Coello y Agustín Tapia no querían, tras el imponente trabajo realizado en semifinales ante Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno, otro partido con complicaciones, máxime sabiendo lo que podían hacer sus oponentes, Valentino Libaak y Leo Augsburger, quienes no solo contaban con el factor campo a favor, sino también con una inyección de moral enorme tras haber conseguido llegar con una wild card y hacer historia.
Por eso, se emplearon a fondo desde la primera bola y destrozaron la defensa de los dos jóvenes que, por un lado, llegaban ya con el físico muy justito y por el otro, con la sensación de haber hecho el trabajo y haber cumplido con una nota muy alta, si bien la posibilidad de levantar un título siempre es muy jugosa. Debido a ello también intentaron pelear pero nada consiguieron.
El partido duró poco más de 40 minutos en los que la música de orquesta del ‘Mozart’ de Catamarca sonó imperial, una melodía con el compás bien marcado, sin desafinar en ningún momento y haciendo las delicias de un público que sí o sí iba a tener a un vencedor local pero que quería ver a los dos más jóvenes terminar su ascenso con éxito.
Con un 6-1 y 6-0, Coello y Tapia volvían a triunfar, levantando su segundo título del año tras el conseguido en Abu Dhabi. La pareja está dando sus frutos rápidamente y no nos extrañemos que peleen el nº1 hasta final de temporada, máxime si continúa el bache de Ale Galán y Juan Lebrón. Eso sí, de quien habrá que estar muy pendiente será de Augsburger y Libaak, porque ya han demostrado que no tienen miedo ni complejos.
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