Sufrieron por vez primera en todo el torneo los nº1, Maxi Arce y Franco Dal Bianco. Delante se encontraron con una pareja muy en forma, que está en un momento dulce y que quería demostrar que su título en Cape Town no fue cosa de la suerte.
Juan Ignacio De Pascual y Gonzalo G. Alfonso quisieron salir con sus armas a plantarles cara, a que saliese un partido peleado, bronco, una pelea en el barro que demostrase quiénes eran hombres y quiénes niños. Y Dal Bianco y Arce aceptaron el desafío.
El inicio del partido caminó con ambas duplas dándose la mano y sumando sin apenas diferencias, hasta que Juan Ignacio y Gonzalo decidieron dar un paso al frente y probar una marcha más, y les salió cara. Rompieron la inercia y se pusieron por delante con la diferencia justa como para tener tranquilidad en la parte final del set y cerrarlo sin apuros (6-3).
Ante este paso adelante, a los nº1 no les quedó más remedio que sacar sus cartas y dejarse de condescendencias y parecía que tenían todo ases, porque a partir de ese momento, el partido fue suyo. Se pusieron a trabajar y a brillar, con un revolcón al marcador espectacular. Desde ese 6-3, los actuales líderes del ranking enlazaron 12 juegos por solo cinco de sus rivales. Su puesta en escena a la vuelta de los banquillos enlazaba break tras break, un cambio de mentalidad y actitud total como diciendo »si nos ponemos a jugar, intenta aguantar nuestro ritmo».
Y así, con una gran remontada (6-3, 3-6 y 2-6) los nº1 accedían a su primera final de la temporada.
El otro partido fue un discurrir constante de puntazos, pelea y levantar al público, una batalla de ida y vuelta en la que primero dominaron unos, luego otros y finalmente hubo alternativa para las dos parejas.
‘Tito’ Allemandi y ‘Tolito’ Aguirre parecían en la central acompañados de Diego Ramos y Agustín ‘El Loco’ Torre, dos drives de manejo de pelota y control junto a dos reveses de invención, magia y buen remate.
Con esos ingredientes se presentaron los cuatro en el 20×10 rojo pero con un Torre sobresaliendo por encima del resto en el inicio y al final, un partido sumamente completo del argentino que supo sostener las acometidas constantes de ‘Tolito’ y elevar su juego al de sus mejores actuaciones. Eso le sirvió para romper la baraja casi desde el primer minuto, consiguiendo una diferencia más que importante en el marcador ante la desesperación de Allemandi y Aguirre, que nada podían hacer salvo asistir al crecimiento de sus oponentes (2-6).
En el segundo empezaron también con muchos problemas, pero el dueto argentino empezó a carburar, a sentirse más cómodo conforme bajaba la temperatura y caía la noche en la capital andaluza. Con la oscuridad, emergieron y su pádel floreció a la luz de la luna obteniendo un break salvador y clave para lograr empatar el encuentro, aunque no sin varios problemas (6-4).
Y en el tercero, la locura total con una sucesión constante de breaks y contrabreaks sin que nadie pudiese parar el repiqueteo constante, hasta que Diego volvió a sujetar con cambios de velocidad y dirección a Allemandi pero por el contrario, ‘Tolito’ se soltaba y levantaba na y otra vez al público con acciones increíbles y gritando con el puño cerrado.
Quería ser protagonista y lo fue en muchos de los puntos, pero también un Ramos que no dejaba de correr y un Torre que son sus dejadas y bandejas lentas a la pared lateral, arrastraban al cristal a Aguirre, donde menos daño hace. Con eso les sirvió para manejar las mejores acciones y terminar por imponerse, con un largo último juego que escribiría el 2-6, 6-4 y 3-6 a favor de Agustín Torre y Diego Ramos, que privaban al público de una final entre las dos mejores parejas del ranking.
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