Una jornada que podría ser de transición, de calma antes de la tormenta que siempre suponen unos cuartos de final, se convirtió en una batalla campal, un fuego cruzado constante entre las diferentes parejas que acudían a la cita en La Rioja.
Las chicas esgrimieron temperamento, ganas de ganar y un buen físico para aguantar el tute al que se sometieron. No fue tarea fácil pasar de ronda y en días así una victoria vale, si cabe, el doble.
Sufrieron todas sin excepción, en mayor o menor medida, algunas solo en una parte de la sesión como Ari Sánchez y Paula Josemaría (4-6 y 1-6 sobre Jessica Castelló y Claudia Jensen) o como Martita Ortega y Bea González (7-5 y 6-0 sobre Noa Cánovas y Araceli Martínez), y otras durante más tiempo, como las nº1 Alejandra Salazar y Gemma Triay (con un 6-7, 6-4 y 5-2 y retirada por lesión de Delfi Brea y Sofia Araújo). La portuguesa tenía que retirarse por unas molestias en el tobillo cuando, en el tercer parcial, el partido se había convertido en una montaña rusa de breaks y contrabreaks que había comenzado con un tie break en el que Araújo y Brea endosaron un 0-7 muy doloroso.
Virginia Riera y Tamara Icardo consiguieron también salvarse in extremis ante Marta Talaván y Lorena Rufo (6-4 y 7-5) así como Lucía Sainz y Aranza Osoro, quienes sacaron el billete a cuartos a través de un doble 7-6 sobre Carmen Goenaga y Bea Caldera.
Victoria en tres sets para Bárbara Las Heras y Vero Virseda ante el combate que ofrecieron Teresa Navarro y Marina Martínez (6-0, 4-6 y 6-4), dos que se revolvieron de una manera fantástica tras el correctivo recibido en la manga inicial. Algo parecido les ocurrió a Alejandra Alonso y Melania Merino con Patty Llaguno y Victoria Iglesias; conseguirían el partido las favoritas a pesar del crecimiento de la pareja rival cuando habían perdido el primer episodio, lo que obligó a irse a una tercera entrega en la que el dominio volvería a Patty y Victoria, quienes cerrarían el encuentro dando un paso adelante muy necesario tras el traspiés del segundo (3-6, 6-3 y 3-6).
Por último, Mapi y Majo Sánchez Alayeto respiraron en el último suspiro ante la resistencia de Julieta Bidahorria y Claudia Fernández; fue un partido complicado, de alternativas constantes, en el que un 6-4 y 7-6 con un break puntual y el mayor empaque de las hermanas, así como también su mayor experiencia, resultarían claves para llevarse la victoria.
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