Al fin se llega al último día del primer torneo del año y cara a cara se verán dos de las parejas que más ganas habían despertado entre el público. Unos por su juego y eficacia constante y los otros por saber lo que son capaces de dar, si es verdad que pueden llegar a ser esa versión evolucionada de los actuales nº1, sus rivales de presente y futuro.
Dos huracanes llamados Agustín Tapia y Arturo Coello aparecieron por la central de Abu Dhabi y el tiempo pareció pasar a dos velocidades muy distintas; una muy rápida para ellos, convirtiendo el partido en un torbellino de puntos a su favor, y otra mucho más lenta para sus rivales, que se movían siempre a la contra, intentando llegar y devolver las bolas pero sin terminar de certificar con acierto su pelea constante.
Porque Gonzalo Rubio y Javi Ruiz quisieron hacer otra machada en el torneo, seguir siendo una de las parejas sorpresas de este Master, pero el muro que se les puso por delante era demasiado alto y escarpado.
Ni siquiera las alturas de la competición pusieron nervioso a Tapia y Coello, que parecen acoplarse cada vez mejor, van encontrando el poso necesario y, aunque aún no han tenido excesivos contratiempos, parece que se van soltando y encajando cada uno en su rol. Les falta tiempo y partidos, pero el inicio es más que prometedor, y es que en apenas una hora de partido hicieron encallar a los dos andaluces con un 2-6 y 3-6 y su caminar constante a la red, unas recuperaciones al alcance de muy pocos y una dinámica siempre favorable a sus intereses.
Poco más que decir en un día en el que lo tuvieron todo de cara y se encontraron muy cómodos con las condiciones de pista existentes.
Tras Coello y Tapia, que esperaban acompañantes en la final, salían a escena Alejandro Galán y Juan Lebrón, esa pareja a la que persigue todo el mundo desde hace tres años, y dos que intentan darles caza, Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno.
‘Los Superpibes’ querían regresar por la puerta grande y vaya si lo hicieron, demostrando desde el comienzo que tienen ganas de agitar, y mucho, la competición.
No se amedrentaron por el poderío de sus rivales y siempre les jugaron de tú a tú; eso derivó en una gran igualdad inicial, la cual se fue manteniendo con el paso de los juegos, rompiéndose únicamente en la parte final, donde una arrancada de garra argentina permitió a Stupa y Di Nenno ponerse por delante y encender mínimamente las alarmas en el banco de los nº1.
Les tocaba reaccionar a Mariano Amat y los suyos y con constancia, mucho trabajo y cerrando filas, lo consiguieron. Un break les pondría por delante, pero esa ventaja la perderían en el noveno juego para volver a igualarse todo, si bien otra rotura en el siguiente cambio haría que Galán y Lebrón empatasen la contienda.
Tercer y definitivo set de batalla constante y de continuación en el desgaste, que ya era tremendo. A pesar de un contundente 3-0 a favor de los españoles, los de Carlos Pozzoni (que justamente les había pedido entrar muy concentrados para que eso no ocurriese) recuperaban aire y distancia, pero solo aguantaron hasta que un nuevo paso adelante en prestaciones de Juan y Ale les dio de nuevo la ventaja suficiente para, esta vez sí, cerrar definitivamente el choque con un 5-7, 6-4 y 6-3.
Qué gran final nos espera, una de las más deseadas por todos. Juan Lebrón y Ale Galán ante la que es probablemente su versión evolucionada. ¿Ganarán los maestros o los aprendices?
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