23 de noviembre de 2024
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Punto final a una temporada de acusaciones y mucha competición ¿Llegará el tan necesario consenso en 2023?

2022, vaya año. Cerramos por fin una temporada complicada en muchos sentidos, la más difícil a nivel deportivo de toda la historia, aunque también la más exigente e ilusionante. Siempre es complicado hacer un balance de lo que han sido 365 días de pura competición, pero lo vamos a intentar.

A principios de año todo parecía tranquilo, en calma, aunque se anunciaba cierta marejadilla que se terminó por convertir en tempestad con la llegada, a cargo de la Federación Internacional de Pádel y de Qatar Sports Investments, de Premier Padel, un tsunami que arrasó con todo el orden establecido y que puso patas arriba la competición.

Cierto es que ayudó a la difusión del deporte como nunca antes había ocurrido, con torneos en lugares tan emblemáticos como Roland Garros o el Foro Itálico, pero también con grandes decepciones como Egipto, con numerosos problemas logísticos y de organización, por no hablar de la falta de comunicación de la propia FIP en muchas ocasiones a través de las redes sociales, incrustando con calzador los torneos y terminando por no cumplir sus palabras de realizar 10 torneos en su primera temporada (aunque esto fuese consensuado con los jugadores y su Asociación), así como tampoco tener a las chicas en su temporada inaugural, sin duda un golpe muy duro para un organismo que se supone ha de regir el pádel mundial.

Precisamente la Asociación de Jugadores ha sido otro de los elementos reseñables esta temporada, con su constante cruce de declaraciones con World Padel Tour, sanciones y demandas mediante, dimes y diretes, en un intento por remontar el vuelo, que los jugadores firmen un nuevo acuerdo y WPT siga trabajando por impulsar el pádel, algo que todavía está por ver a pesar de que algunos jugadores ya han firmado el tan comentado nuevo contrato con ciertas cláusulas que son de chiste y que las chicas y su futuro está todavía en el aire.

Y en el plano nacional, »si queríamos caldo, toma dos tazas», porque aquí hemos tenido lo nuestro con la Federación Española de Pádel, el anuncio de dimisión de su presidente por los »papeles catalanes», su posterior paso atrás y apoyo de las territoriales, la cancelación del Campeonato Absoluto de España por el ninguneo en el calendario de la FIP… muchos temas que no han hecho sino ensombrecer el buen trabajo que se venía desarrollando y que esperemos en 2023 tome un nuevo impulso para que los éxitos (como el triunfo en chicas en el Campeonato del Mundo y la enorme calidad vista en pruebas como el Cto. de España de Menores o el de Selecciones Autonómicas) sean los que de verdad copen los titulares y se hable solo de lo bueno, de los pasos hacia delante.

Resumen año 2023

Pero realmente, lo que nos interesa es lo deportivo, ahí es donde todos deberíamos poner el foco y de eso la temporada ha tenido mucho y muy bueno. Por encima de todo, la supremacía de Alejandro Galán y Juan Lebrón, máquinas engrasadas a la perfección que han vuelto a dominar con mano de hierro en el circuito masculino, al igual que Alejandra Salazar y Gemma Triay en el femenino, con un ‘rush’ final de temporada espectacular, recuperando el nº1 perdido ante Ari Sánchez y Paula Josemaría, otras que también han sido muy protagonistas y que se quedaron cerca de la matrícula de honor.

Estas tres parejas han sido las que han marcado, sin duda alguna, la pauta de los partidos, de los torneos y de los domingos de títulos, con un estado de forma espectacular, respetándoles las lesiones en un año tan cargado, y siendo los auténticos reyes de 2022.

Un pasito por detrás, pero sin merecer en ningún momento su esfuerzo, aparecen otros como la irrupción definitiva de Agustín Tapia y Arturo Coello (gran pareja de cara al año que viene), este junto al incombustible y eterno Fernando Belasteguín, el crecimiento de Martita Ortega y Bea González así como de Bárbara Las Heras y Vero Virseda o la aparición de jovencísimos valores a los que hay que tomar la matrícula porque en una o dos temporadas van a dar mucho que hablar (Claudia Jensen, Claudia Fernández, Edu Alonso, Juanlu Esbri, Arnau Ayats, Marta Caparrós…); no quiero olvidarme tampoco de las despedidas, ese paso a un lado para enfocarse en otros proyectos y ver el pádel desde otro lugar, como ha ocurrido con históricos como Maxi Grabiel, Cata Tenorio, Cecilia Reiter, Seba Nerone o, en este último caso, Marta Marrero, todos ellos enormes figuras y carne de nº1, porque son ganadores natos y lo han demostrado siempre en la pista.

Y para seguir con despedidas, la de dos parejas que contaron con un cariño inmenso entre el público. Una durante menos tiempo, la de Martín Di Nenno y Paquito Navarro, y la otra más longeva en el calendario pero menos exitosa en cuanto a entorchados, la de Fede Chingotto y Juan Tello, que se despedían en medio de un gran abrazo y tomaban caminos separados para terminar el año a un gran nivel, precisamente intercambiados (Tello con Navarro y Chingotto con Di Nenno, estos enormes en el Master Final).

No hay que dejar de mencionar tampoco, por supuesto, aunque nos pille lejos, el crecimiento del APT Padel Tour, una competición que, sin hacer mucho ruido, ha ido conquistando cotas cada vez más altas y que, en este caso sí, ha conseguido la unión de los jugadores, luchando todos por un objetivo común y teniendo desembarcos muy destacados como el de ‘Tito’ Allemandi, quien ha peleado por el nº1 del circuito junto al explosivo y sorprendente ‘Tolito’ Aguirre, quedándose muy cerca de los líderes Maxi Arce y Franco Dal Bianco, otros dos argentinos llamados a copar titulares muy pronto.

Y llega 2023, con una minipretemporada y mucha exigencia para todos: organizadores, jugadores, periodistas, marcas…todos deberemos poner nuestro granito de arena para que el pádel siga creciendo, el espectáculo sea cada vez mayor y ese crecimiento se haga con cimientos firmes, no con pies de barro. Porque el mercado está saturado, el calendario está saturado, los jugadores han terminado quemados, los clubes están empezando a cerrar… todo es un constante ir y venir de acusaciones y tensión, mucha tensión, que debe tener ya su fin.

Se necesita unión, consenso y sentarse a hablar, aunque entiendo que eso, hoy por hoy, es harto imposible. Ojalá 2023 sirva para que se recapacite y se vea la situación de una manera muy diferente.

A todos ellos queremos desearles felices fiestas y a vosotros, nuestros fieles lectores, agradeceros un año de suma confianza en el que, de nuevo, nos habéis hecho crecer y ser merecedores de vuestra confianza. Sin vosotros, todo este trabajo y el que está por venir no sería posible. Gracias por hacernos grandes y hacer grande el pádel.

¡Mucho pádel en 2023!

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