Al igual que ocurriría el primer día de competición, México puso las cosas complicadas. En este último torneo del año para muchos hay unas cuantas cosas en juego y por eso nadie se quiere despedir, de ahí que la pelea que se está viendo sobre la pista, a la que todos se agarran con uñas y dientes, haya dejado una fase de 1/16 muy atractiva que, esperamos, continúe en estas siguientes rondas.
Iván Ramírez y Raúl Marcos daban buena cuenta de Víctor Ruiz y Lucas Bergamini en un señor partidazo, que ponía el listón muy alto ya desde primera hora del día y que servía para continuar con la tendencia de la jornada anterior: pelea y más pelea.
Y eso que la cosa empezó muy bien para Víctor y Lucas, con un trabajo en pista de sobresaliente que se tradujo en un marcador acorde con lo que se estaba viendo; rotura tras rotura, el dueto hispanobrasileño conseguía aumentar la ventaja conforme avanzaban los minutos sin que ni Iván ni Raúl pudiesen frenarles (6-2).
Sin embargo, en la reanudación las tornas cambiaron y los dos jóvenes tiraron de ese pádel explosivo y a veces falto de toda táctica para apretar cada bola y venirse arriba, logrando igualar en intensidad a los rivales y haciendo que el partido tomase un nuevo matiz. La igualdad fue a partir de ese momento la nota reinante que obligó a ambos binomios a llegar incluso al tie break, en el que Iván y Raúl supieron manejar mejor el ‘momentum’ del partido, logrando la igualada (6-7).
Eso les dio alas para lo que estaba por venir, una nueva entrega de pelea total que volvió a poner a los cuatro muy juntos sin dejar que ninguno se separara más que lo estrictamente necesario. Así, los dos duetos fueron igualados hasta que un break de Ramírez y Marcos supuso la única manera de desnivelar la balanza a su favor, cerrando el partidazo con un 6-2, 6-7 y 4-6.
Solventaron Javi Garrido y Fede Chingotto la dura papeleta con que se encontraron en su primera toma de contacto con México. No sabemos si es que las condiciones no les favorecían o que simplemente no encontraron con facilidad la vía para percutir la defensa de Miguel Semmler y José David Sánchez, dupla que estaba ante uno de sus últimos coletazos en 2022. Un duelo que conjugaba potencia y un juego firme en ambas duplas y que apenas tuvo diferencias.
De hecho, se fue largo, muy largo en el tiempo tras iniciarse con las dos parejas midiéndose en el rectángulo de la pista (2-2) hasta que, en el octavo juego, Semmler y Sánchez obtenían la primera rotura del encuentro, pero lograban recomponerse sus rivales, obtener un contrabreak y forzar el tie break para ahí sí, de nuevo los dos españoles ponerse por delante e imponerse con claridad (3-7).
Llegaba la segunda parte de la batalla en la que de nuevo la igualdad reinante era la dueña del partido, sin que nadie fuera capaz de desequilibrar la balanza que estaba controlando el choque. Así pues, otra vez hubo que recurrir a la ley del desempate para conocer si el partido se alargaba o terminaba en manos de Miguel y José David; ahora sería para Garrido y Chingotto, mucho mejor que antes en el tie break (7-4) para seguir vivos y mantenerse en el partido.
Y como no hay dos sin tres, en la última manga los ingredientes fueron los mismos, cocinándose un parcial idéntico en cuanto a caminar, con las dos parejas sin separarse lo más mínimo juego tras juego si bien en esta ocasión, el dueto hispanoargentino podría desembarazarse de sus oponentes con un postrero break para hacer valer su mejor ranking y obtener una victoria muy necesitada (6-7, 7-6 y 6-4).
Antes, ‘Xisco’ Gil y Ramiro Moyano sobrevolaron la pista 3 de México para imponerse con absoluta claridad y poderío a Javier Ruiz y Pablo Lijó, a quienes endosaron un 6-2 y 6-2 que les colocó de manera muy rápida en octavos de final, al tiempo que Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra conseguían también un resultado amplio, 6-4 y 6-1 a Javier Gª Mora y Javier G. Barahona, mientras que Pablo García y Martín Sánchez Piñeiro conseguían debutar en tierras mexicanas con un 1-6 y 4-6 sobre los locales Amilcar Bejarano y Luis Barrientos.
Lucas Campagnolo y Jon Sanz se hicieron con un partido que fue de menos a más en intensidad ante Agustín Gómez Silingo y Juan Cruz Belluati. A los dos argentinos les costó entrar en dinámica pero conforme lo hicieron, el partido ganó en suspense y emoción, si bien su pádel empezó a fluir demasiado tarde, cuando Jon y Lucas ya tenían cogido el mando del mismo (2-6 y 5-7).
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