Las dos parejas presentes en la final femenina del Malmö Open nos van a tener en vilo hasta el final. Todo lo que en el cuadro masculino el liderato del ranking parece más que decantado y decidido, en este otro cuadro la pelea va a ser encarnizada, tremenda, sin un solo momento de respiro.
Porque Alejandra Salazar y Gemma Triay se están encargando de hacer que ni Ari Sánchez ni Paula Josemaría disfruten un solo instante de tranquilidad en su trono, peleándoles cada torneo y, además, levantándoles los títulos (Santander y Menorca de manera consecutiva junto con este de Suecia). Eso sí, en esta ocasión por fin pudimos ver una final igualada entre ambos binomios, algo que no se había visto en los últimos torneos, siendo incluso quizá la mejor final que las cuatro han disputado, un duelo para guardar y analizar en profundidad.
Volviendo al partido en sí y a comentarlo pormenorizadamente, decir que este empezó con intensidad, con mucho ida y vuelta de bola, con una presión constante y asfixiante de las cuatro en busca de romper, ponerse por delante y abrir brecha para dominar; ambas conseguían lo primero, el break, al paso por el sexto juego del set, pero serían Ale y Gemma quienes repetirían en el siguiente juego, el séptimo, para ya no bajarse del timón y cerrar el parcial con un 6-4.
El comienzo del segundo set fue de un dominio clarísimo para las de Miguel Sciorilli, conscientes de que tenían que meterle una marcha más al partido, y lo hicieron.
Aunque no metieron una, sino tres, porque se pusieron 3-0 mandando con absoluta contundencia pero claro, tener delante a Gemma y Ale es siempre un quebradero de cabeza que te obliga a no relajarte nunca, porque si lo haces…te levantan el partido. Y así ocurrió, porque las chicas de blanco empezaron a fabricarse la remontada a base de creérselo y de pelear mucho (4-3), acercándose en el luminoso y sabiendo templar los nervios cuando Josemaría y Sánchez lo tuvieron todo de cara para alargar el partido (5-3).
En ese noveno juego, no obstante, con saque a favor, no supieron ni pudieron cerrar el set, mientras que Ale y Gemma emergieron de las profundidades para entregar un parcial gigantesco, impoluto; una recuperación excelsa que hizo que se pasase del 5-3 al 5-7 con un contrabreak, un juego en blanco con su saque, otro break y, para finalizar y entrar en la historia, una volea cruzada al medio de Alejandra Salazar, sutil, envuelta para quedarse dormida en cuanto tocó el cristal y sumar 15 puntos seguidos (4-6 y 5-7).
Delirio total de las chicas de Rodri Ovide que entran en la historia con un total de 10 títulos ganados en una sola temporada. Han llegado a los dobles dígitos (superando el empate que tenían con Carolina Navarro y Cecilia Reiter en 2012, y con Mapi y Majo Sánchez Alayeto en 2017) pero no duden que quieren más, mucho más, mientras que Ari y Paula siguen en el dique seco desde que en septiembre levantaran el Master de Madrid.
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