Tras unos torneos de impás, volveremos a tener ese gran partido que tanto nos gusta, ese enfrentamiento clásico entre las dos mejores parejas del ranking que no se veía un domingo desde Suecia. Ari Sánchez y Paula Josemaría se jugarán el título ante Alejandra Salazar y Gemma Triay, renacidas estas en territorio norteño, si bien la última vez que se vieron las caras ganaron por aplastamiento las actuales nº1.
El caso es que iniciaron las hostilidades las primeras ante Vero Virseda y Bárbara Las Heras, pero la oposición de las rivales les duró poco, los minutos que tardaron en encender la maquinaria y soltarse por completo la melena. Así, del 0-0 pasaron al 5-0 y rompieron el partido, prácticamente cerrándolo en ese momento. Solo les dejaron hacer un juego a Vero y Bárbara, que se fueron al banquillo en busca de un reseteo importante y de un cambio drástico de la estrategia (6-1).
Se iniciaba el segundo parcial y el comienzo fue algo más favorable, teniendo en cuenta que aguantaron igualadas hasta el final del cuarto juego (2-2). En ese momento, las nº1 volvieron a romper la baraja y lograr un break que les permitiría jugar con más comodidad si cabe, poniéndose por delante y terminando por cerrar, en el noveno juego, el partido (6-1 y 6-3). Juego, set, partido y billete a la final para Ari y Paula, quienes rompen un récord estratosférico, pues acceden a su decimocuarta final consecutiva, unos números impresionantes que hacen que incluso superen a Mapi y Majo Sánchez Alayeto, quienes ostentaban el listón hasta la fecha con 13.
En la otra semifinal sufrieron lo indecible pero acabaron con una enorme remontada Salazar y Triay, dejando cerca de la final a Martita Ortega y Bea González. La cercanía en el ranking se tradujo en pelea durante todo el partido a excepción hecha del tercer set, en el que las de Rodri Ovide subieron un par de escalones la intensidad y, con un mejor ‘momentum’ supieron meterse el choque en el bolsillo.
La primera manga arrancaba con igualdad en pista, elemento mantenido hasta pasado el ecuador (4-4), cuando las dos más jóvenes obtuvieron premio a su valentía y con una rotura de servicio marcaron el principio del final del set (6-4).
Les tocaba remontar a Ale y Gemma, una suerte que no acostumbran por aquello de que suelen ser ellas las que dominan los partidos, pero ahí demostraron su resiliencia y capacidad de sufrimiento. Arrimando el hombro, trabajando en defensa y moviendo mucho a Ortega y González, empezaron a carburar y obtener réditos, como el break del quinto juego, que sin embargo sería contestado justo después, haciendo que posteriormente ambas parejas se marcharan al tie break. En el desempate, Martita y Bea no lograron cerrarlo a pesar de tener un punto de partido y ese fallo lo aprovecharon Triay y Salazar para ser ellas las que se lo adjudicasen (6-4 y 6-7).
El hecho de llevarse la muerte súbita fue un punto total de inflexión para las actuales nº2 del ranking, toda vez que en el tercer parcial no cometieron error alguno y supieron atar muy bien a Bea González en el fondo, cruzando bola constantemente Alejandra con Martita, impidiendo que la andaluza entrase a definir y, si lo hacía, aparecía Gemma para devolverles el golpe. Todo el set fue un monólogo suyo, lo que hizo que el marcador final exhibiese un 6-4, 6-7 y 1-6 más que representativo.
Este domingo, Ari Sánchez y Paula Josemaría se verán con sus archienemigas, Alejandra Salazar y Gemma Triay, y viceversa, en un duelo que seguro es un partidazo.
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