Duelo de pegadores y de nervios a flor de piel. Así se puede describir la final masculina del Challenger de Bajo Aragón entre Miguel Yanguas y ‘Coki Nieto ante Miguel Lamperti y Jon Sanz. Un choque a cara o cruz, vida o muerte en el que cualquiera que dudase, lo iba a pasar muy mal.
Tres jugadores muy jóvenes y un veterano curtido en batallas y guerras que vive mejor cuanto más caliente y apretado está el partido, cuando más tenso se pone todo y cuando más se vive en el filo del abismo. Ahí Lamperti es dueño y señor y se demostró, porque estuvo muy metido en el choque y elevó más si cabe el nivel de la final.
Fue un partido en el que los cuatro empezaron con ganas de marcha y buscándose siempre las cosquillas pero en el que el andaluz y el madrileño se pusieron por delante haciendo valer su desparpajo (2-0) hasta que Lamperti, en el tercer juego, con su saque y punto de oro, sacaba la bola por cuatro tras enterrarla en el lado de Yanguas y complicarle mucho la devolución. Empezaban a carburar el argentino y el navarro, a los que se notaba ligeramente más cansados tras la maratón del sábado y que siguieron jugando al tran-tran y con demasiados errores no forzados (5 por 14 en el primer set), sin terminar de entrar en dinámica ni pegarse al marcador para meter presión (4-1, 4-2, 5-3).
Todo en contra, pero tener a Lamperti y Sanz en tu equipo te asegura no bajar nunca los brazos y volver siempre una vez más; eso hizo que teniendo un 15-40 para cerrar los españoles el primer envite, vieran cómo Miguel y Jon lo pelearan hasta el punto de oro y lo ganaran, poniendo el 5-4 y la presión al otro lado de la red. Esta vez sí lo pudieron cerrar Yanguas y Nieto y dar el primer paso hacia el título.
Arrancaban mejor Miguelito y Jon el segundo, poniendo a buen recaudo su servicio y rompiendo el de los dos jóvenes justo después y volviendo a asegurar el suyo (0-3). Vuelta de tuerca y máximas prestaciones para el canoso y el navarro que ahora iban con velocidad de crucero (1-4); al paso por el ecuador, recortaron las diferencias Miguel y ‘Coki’ con un punto de oro (3-4) para en el octavo dejarlo todo como al principio (4-4) y después dar otra estocada gracias a la rapidez de pies que siempre demostraban los chicos de blanco. Se pusieron por primera vez por delante en el marcador en la segunda manga y ya no soltaron la diferencia.
Y entonces apareció la juez árbitra Susana Arroyo y una decisión que escoció, y bastante, a Miguel Lamperti. En un remate paralelo y rápido de Nieto, Lamperti se cruzó toda la pista para devolverla, tocando ligeramente la pelota para dormirla al fondo de la pista mientras él, con la inercia que traía, salía por la puerta.
Aparentemente y como se comprobó luego en la repetición a cámara lenta, el argentino no tocó la red en ningún momento, sino que simplemente la inercia de su zancada le hizo dar un paso más fuerte y al pisar la pista, se movió ligeramente la red por el modo en que esta está anclada al suelo.
La juez árbitro en cambio no lo vio así y le pitó falta a Lamperti, que se enfadó con toda lógica y le recriminó su decisión, pidiéndole que lo revisara, airándose finalmente y recibiendo una preadvertencia por parte de la juez por su conducta, ya que estalló cuando cantó el 15-0 cuando en realidad era 0-15 con ya el 5-4 en el luminoso para los españoles.
Al final, Jon Sanz intentó apaciguar a su compañero que volvió al partido mentalmente como pudo para terminar cediendo en el último suspiro con otro 6-4. Desgraciadamente, el hecho de no disponer de revisión de vídeo en los Challenger ha creado esta polémica, muy comentada en las redes sociales y que, obviamente, ha empañado totalmente el primer título de Yanguas y Nieto, que demostraron que a pesar de su juventud saben manejarse en los momentos complicados y mantener la cabeza fría cual jugadores experimentados.
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