La gente lo pedía, quería un partido en mayúsculas, escrito con letras doradas y que quedara en la retina por mucho tiempo, y las jugadoras se lo dieron. Cerca estuvo también su segunda petición, la de ver por fin a una local triunfar en su tierra y levantar el título en medio de un sonoro aplauso. Esta no llegó, pero se quedó cerca, muy, muy cerca.
Porque el encuentro que protagonizaron en el Pabellón de la Fuente de San Luis tanto Alejandra Salazar y Gemma Triay por un lado como Delfina Brea y Tamara Icardo por el oro fue de órdago, de atarse los machos, de caminar sobre el alambre. No hubo un solo momento para la duda.
Una final inconmensurable, la mejor del año hasta el momento sin lugar a discusión, tanto por el marcador como por lo visto en las cuatro actrices principales. Un show y una entrega totales.
Las dos parejas mantenían su saque en los primeros compases de juego (1-1), una calma tensa que daría lugar a la locura y a soltarse la melena sin miramientos. Break para la local y su compañera argentina al que le seguiría un contrabreak de Ale y Gemma para devolver la igualdad y caminar así de la mano hasta el sexto juego (3-3). Ataque total y defensa imperial por parte de las cuatro hasta que, en el octavo juego, de nuevo las nº1 golpeaban para ponerse por delante con mayor distancia que nunca (5-3), una distancia que ya sería definitiva, pues los dos siguientes juegos se los repartieron uno para cada dupla para el 6-4 final.
Tamara y Delfi salieron a comerse la pista con el favor del público, que les otorgaba un break inicial para, con sus dos saques, ponerse 1-3 por delante. Sin embargo, las de Rodri Ovide lograron sacar fuerzas extra para igualar todo de nuevo (3-3). Pero no se amilanaron las rivales y golpearon con otro break más para poner un 3-4 y conservar ya esa ventaja hasta el final en medio del delirio del público. »Sus chicas» habían logrado lo imposible, igualar el marcador (4-6).
Choque de titanes ya en la entrega final, en el último asalto, con todo por decidirse, poca gasolina en el depósito pero las garras bien afiladas. Sacaron primero Ale y Gemma y aseguraron su servicio, rompiendo acto seguido el de Icardo y Brea (2-0) y repitiendo en el sexto juego (4-2). Esa distancia parecía ya definitiva pero ante el empuje de Tamara animada cada vez más por su hinchada, poco se puede hacer. Ambas se iban a mantener muy firmes en dos puntos de oro, dos match point para las nº1 que estas no supieron amarrar, para poner el 4-5 en el luminoso y darle la vuelta por completo a las sensaciones de cada una de las parejas.
Volvieron a emparejarse las líderes de la clasificación y ya las cuatro marcharon de la mano hasta el tie break, el colofón final a un partido cinco estrellas que también volvió a ser de máxima tensión. Tras tres horas y media de ida y vuelta y de constante golpear a la bola, Alejandra Salazar y Gemma Triay cerraban el partido y, con el puño en alto, levantaban a La Fonteta, aunque quien más aplausos se llevó fue, lógicamente, Tamara Icardo (6-4, 4-6 y 7-6). PAR-TI-DA-ZO y séptimo título para el todopoderoso dueto TriaZar.
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