Era una final atípica por el torneo (el priemro que se disputaba en tierras danesas) y, sobre todo, por las integrantes, ya que ni la pareja 1 ni la 2 llegaban a la cita, se habían quedado por el camino.
Frente a frente, Martita Ortega y Bea González, dos jugadoras que llevan el ADN de campeonas en su sangre y que ya saben este año lo que es levantar dos títulos (Challenger de Getafe y de Albacete), eternas candidatas a todo por la calidad que destilan, y al otro lado, Mapi Sánchez Alayeto, palabras mayores de jugadora, ex número 1 y ambición como modo de vida, junto a Sofia Araújo, quien se ha encargado de suplir a las mil maravillas a la lesionada Majo y ha crecido muchísimo.
En el Royal Stage de Dinamarca entraban a pista las cuatro con un único objetivo y con dos estilos de juego muy diferentes; una batalla que se anunciaba trepidante.
Sin embargo, tal y como sucedira en su partido de semifinales, Ortega y González salieron a morder, a arañar hasta encontrar y oler la sangre, a no dejar que Mapi y Sofia encontraran su ritmo ni se metieran en cadencia, porque sabían que ahí eran muy peligrosas. Así, con una rotura a favor nada más comenzar, la madrileña y la andaluza conseguían romper en el primer juego del encuentro el servicio de sus rivales, logrando justo después defender la ventaja adquirida y volviendo a romper, esta vez el servicio de la maña. Así, con un juego eléctrico y desmadrado totalmente, las de Maxi Grabiel lograban llevarse los aplausos del público al firmar el 6-2 inicial.
Buscaron en el segundo pegarse más a la red tanto Mapi como Sofia, abusando de su mayor altura y potencia para atacar cualquier bola alta que llegase a su territorio, y por ahí paso su mejoría. Es cierto que Ortega y González no pararon de percutir y se colocaron con un 2-0 de inicio, pero lograron las de Jorge Martínez igualar la contienda (2-2) y volver a estrechar el cerco.
Espejismo puro y duro, pues Martita y Bea lograban un nuevo break a su favor que les permitía (otra vez) ponerse al frente de las operaciones, siendo ahora sí capaces de defender el break ya hasta el final del partido, cuando una bola que Mapi no pudo controlar se marcho directa al cristal de fondo, para delirio de la joven pareja, campeona con todos los honores del Danish Padel Open 2022 por 6-2 y 6-4.
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