Se juntaron para días grandes como este de cuartos, días en los que tienen que demostrar la calidad de todo un ex número 1 como es Pablo Lima y las hechuras de ganador, de jugador prodigioso que siempre ha tenido Franco Stupaczuk pero al que le ha faltado regularidad, quizá por la presión propia de saberse muy bueno y no terminar de encontrar los resultados.
En cuartos de final de Bruselas, no obstante, cumplieron con creces su papel y ante Paquito Navarro y Martín Di Nenno dieron argumentos de sobra para creer en ellos.
Como ya ocurriera en el cuadro femenino, el cuadro se ha quedado sin la pareja dos, esta vez por culpa de un argentino y un brasileño que a base de potencia pura y movimientos precisos lograban desarticular a una pareja que es pura mecánica de juego, que tiene los patrones aprendidos de sobra y que juega casi de memoria, pero que por momentos anduvo algo perdida.
Cada uno intentaba imponer su estilo y en ese choque, Lima y Stupa salieron por delante merced a una rotura de servicio que certificaron luego con su saque y con el primer set en sus bolsillos. Poco más que decir en el primero, donde hubo igualdad hasta ese momento pero donde parecía que siempre Pablo y Franco iban algo más sueltos.
En el segundo, más de lo mismo hasta el paso por el undécimo juego (5-5) donde, de nuevo, Stupaczuk y Lima daban un pequeño golpe que abriría las puertas de las semifinales, pues con otra rotura de servicio impedían el cada vez más cercano tie break y daban la puntilla definitiva a las aspiraciones de los de Rodri Ovide (6-4 y 7-5).
Pelea de gallos en otro de los corrales, el que albergaba a Fede Chingotto y Juan Tello en una esquina, y a Fernando Belasteguín y Arturo Coello en la otra. Una pareja que siempre está ahí pero que no termina de instalarse en la excelencia de resultados contra otra que sabe ya lo que es levantar título y cada vez es más completa.
Empezaron muy sólidos Bela y Coello, con dos breaks a su favor y la pista totalmente inclinada para ellos. Inercia positiva que nadie pudo frenar hasta el octavo juego, cuando certificaron el primer envite para ellos con un amplio 2-6. Ese inicio fulgurante se repitió en el segundo parcial, pero esta vez Chingotto y Tello no se dejaron ir y se pegaron a su rebufo para, en cuanto vieron la oportunidad, ser ellos los que rompieron y tomar la delantera.
Así se llegaría a la parte final donde el vallisoletano y ‘El Rey’ lograron estirar más si cabe y emparejar todo en el duodécimo juego, marchándose al tie break que caería del lado de los de Gaby Reca. Con 1-1 en el marcador se avecinaba un tercer parcial majestuoso que continuase el espectáculo que los cuatro estaban dando, y así fue. De nuevo emparejados de principio a fin, pasándose y repasándose, con los argentinos empezando mejor pero viendo cómo, a la larga, el motor diésel de Bela subía la cuesta más empinada sin problema alguno y era capaz de darle la vuelta a la situación.
Mucha pelea, mucha intensidad y con otro break más, Arturo y Fernando conseguían la machada y el billete a semis por 2-6, 7-6 y 5-7.
En los otros dos paridos, poca historia hubo, pues en uno de ellos, Ale Galán y Juan Lebrón dominaron con todo a favor, imponiendo ritmo, estilo y números ante Jon Sanz y Miguel Lamperti, quienes no tuvieron casi ocasión de responder en la batalla contraatacando, viéndose superados por todos los lados y cediendo con un 6-2 y 6-3.
Igual ocurrió en el cuarto del día, el que enfrentaba a Álex Ruiz y ‘Momo’ González contra Agustín Tapia y ‘Sanyo’ Gutiérrez y en el que los argentinos sentaron cátedra. Muy metidos en el choque, acomodados en la pista y tomándole el pulso cada vez más al torneo; se les vio muy cómodos con las condiciones de juego y les salía todo, tanto que cerraron en apenas una hora el partido gracias a un 3-6 y 1-6.
Las semifinales, por tano, enfrentarán a Ale Galán y Juan Lebrón contra Agustín Tapia y ‘Sanyo’ Gutiérrez por un lado, y a Fernando Belasteguín y Arturo Coello contra Franco Stupaczuk y Pablo Lima.
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