Se veían las caras en la cima masculina la que sin duda es, tras Ale Galán y Juan Lebrón, la pareja más en forma del año, con un Paquito Navarro exultante en lo que al físico se refiere y con un Martín Di Nenno imperial como timonel. Pero es que, en frente, emergieron Agustín Tapia y ‘Sanyo’ Gutiérrez, dos jugadores para los que los calificativos positivos se quedan absolutamente cortos y que cortocircuitaron por completo a Paquito y Martín.
Oda al pádel de los dos argentinos, cada uno con su estilo, con un patrón diferente, pero demostrando que la apuesta había sido acertada. Tras salir a la superficie con la fuerza de un coloso ante Fernando Belasteguín y Arturo Coello y volver a dejar claro ante Galán y Lebrón que su ambición no tiene límites, derribaron de una patada la tercera puerta del torneo que les impedía alzar el título.
El primer set iba a comenzar con cierta superioridad de la pareja hispano-argentina, que rompería el saque de sus rivales en el segundo juego. Una ventaja que sabrían conservar a lo largo del set hasta que en el décimo juego y con la oportunidad de cerrar la primera manga, Tapia y ‘Sanyo’ sacaban a relucir su mejor versión para igualar la contienda y alargar el final. Tanto es así que los dos juegos que se sucedieron a continuación caerían del lado de los dirigidos por Pablo Crosetti, que terminaban desquiciando a Paquito y Martín para llevarse la primera manga con un 7-5.
Pero nadie se podía imaginar lo que estaba a punto de ocurrir, nadie podía pensar que, desde el 4-5 del primer set y hasta la resolución del partido, una pareja como la formada por Navarro y Di Nenno iban a ser incapaces de sumar un solo juego más, cortando totalmente su pólvora y su producción.
La magia de ‘Sanyo’ y lo expeditivo que resultaba »El Mozart de Catamarca» en todas sus acciones aprovechaban el momento de dudas que atravesaban sus rivales para terminar de golpearlos en la pista. Un 6-0, parcial rotundo, iba a ser una medicina muy dolorosa, tremendamente dolorosa y más a estos niveles y en una final, para ponerle el punto final al segundo envite del choque, con la fortuna y el buen hacer siempre de parte de Gutiérrez y Tapia. Victoria (7-5 y 6-0) y primer título para una pareja llamada a cosas grandes de cara a lo que queda de año.
Con todo, la decimosexta prueba de la temporada ha dejado el circuito todavía más apretado y ahora ya las posiciones de cara al Máster final están más cotizadas que nunca.
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