Apenas hubo disputa en los cuatro partidos que se jugaron, siendo dominados por las parejas que, sobre el papel, más opciones tenían de pasar y que tras concluir la jornada dejaron un reguero inmenso de puntos y de choques express.
Porque los cuatro partidos tuvieron mucha distancia en el marcador, mucha supremacía de las cabezas de serie y poca o ninguna oposición, por méritos de las ganadoras o porque, simplemente, no era el día.
Abrieron fuego primero Ari Sánchez y Paula Josemaría y descargaron por completo la munición sobre Martita Ortega y Bea González. Apenas pudieron entrar en juego la madrileña y la andaluza ante el vendaval de puntos que lograban una y otra vez las nº2 del ranking, muy metidas en el partido y con la estrategia de no conceder lo más mínimo grabada a fuego.
Se ahogaban en el juego y apenas sacaban la cabeza a flote Ortega y González, superadas en todo, y viendo cómo en apenas media hora, ya tenían el primer set en contra. Y en el segundo, más de lo mismo o incluso peor, porque del 0-0 pasaron a un 0-4 en contra que pesaba mucho y que no pudieron más que maquillar ligeramente para terminar con un 1-6 y 2-6.
Siguieron con ese encendido total Delfi Brea y Tamara Icardo ante dos oponentes que en otros tiempos hubiesen peleado mucho más y que incluso hubiesen sido las ganadoras, pero no ahora, con Delfi y Tamara habiendo subido no uno, sino varios peldaños. Hablamos de Mapi y Majo Sánchez Alayeto, quienes se vieron muy pegadas al cristal en el primero, impedidas en su juego por la valenciana y la argentina que, con eficacia total se llevaban la manga.
En la segunda, algo más sueltas, buscaban meter presión desde atrás, galopando hacia la red, pero ni Tamara ni Delfi dejaron que lo hicieran con continuidad, una intermitencia que terminó por desahuciarlas e impedir que su resistencia llegara a un tercer set. Finalmente, el duelo se selló con un 2-6 y 4-6 que les mete de nuevo en semis.
Virginia Riera y Patty Llaguno doblegaron a dos de las grandes sorpresas de la cita, Vero Virseda y Bárbara Las Heras, con un amplio 6-3 y 6-2, logrado al apretar el saque y aguantar con su resistencia habitual. Dos roturas de servicio les pusieron en órbita en el primero y en el segundo, cuando el choque llegaba al sexto juego, volvía a producirse una nueva, que sería el detonante de un final de partido colosal por parte de las de Neki Berwig que les daba más ventaja si cabe y una clasificación cómoda.
Y para cerrar el día, las números 1, Alejandra Salazar y Gemma Triay, que se veían con las otras sorpresas, el talento descomunal de Carmen Goenaga y Bea Caldera. Habían conseguido las jovencísimas jugadoras colarse en unos cuartos de final contra todo pronóstico y en ellos, al menos en el comienzo de cada set, fueron capaces de aguantarle la intensidad a Ale y Gemma.
Los pequeños sustos que les daban a las de Rodri Ovide serían para, cuanto menos, no dejar que se relajaran ante una dupla inferior en el ranking pero no en cuanto a ambición, pues Carmen y Bea demostraron que el futuro puede ser suyo si siguen por esta línea, cuajando buenos intercambios, encontrando los espacios por el centro y los costados y jugando con la soltura de dos veteranas curtidas en mil batallas.
Sin embargo, con el discurrir de los minutos, el partido se fue inclinando hacia la eficacia de Ale y Gemma, que terminaron por cerrar ambos sets con un 6-3 y 6-2 que no demuestra la igualdad que en ocasiones hubo sobre la pista y la cara que plantaron Goenaga y Caldera, quien no llegan siquiera a los 23 años.
Así, tendremos unas magníficas semifinales entre Alejandra Salazar y Gemma Triay contra elfi Brea y Tamara Icardo (11:00 horas) y ante Virginia Riera y Patty Llaguno contra Ari Sánchez y Paula Josemaría (16:00 horas).
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