Dos partidos totalmente opuestos se vivieron en el Wizink Center. En juego, las semifinales del Campeonato de España Absoluto y, por tanto, dos billetes para disputar la pelea por el título. Con más público en las gradas que en días anteriores, se vivió una gran fiesta de pádel que culminó por todo lo alto con las cabezas de serie nº1 remontando para demostrar su supremacía.
Primero se veían las caras Minerva Huertas y Lydia Silván con Laia Álvarez y Andrea Colinas, las segundas cabezas de serie contra las terceras en un duelo que se suponía iba a ser muy ajustado, pero nada más lejos de la realidad, porque tanto la catalana Álvarez como la gallega Colinas ofrecieron un ejercicio de contundencia, dominio y mano de hierro espectacular.
Sometieron a sus rivales a una asfixia constante con voleas con mucho peso, bandejas tiradas milimétricamente al fondo de la pista y mucha presión desde la red para que no pudiesen respirar ni anotar. Intercambio tras intercambio salían victoriosas y con varios breaks en el bolsillo, los cuales empezaron a sumar para sus intereses a partir del cuarto juego.
Ese fue el momento de inicio de su dominio, pues cogieron una ventaja que fueron ampliando cada vez más hasta el octavo juego, que les sirvió para cerrar el primer set. Y en el segundo, más de lo mismo e incluso con más amplitud, pues siguieron incidiendo con los mismos argumentos y con cero dudas, consiguiendo así cerrar el partido en menos de una hora, con un 6-2 y 6-1 que no tuvo discusión alguna.
De esta forma, Andrea Colinas y Laia Álvarez se convirtieron en las primeras finalistas del cuadro femenino del XXXVII Campeonato de España de Pádel.
Y en la segunda semifinal, la pareja 4 formada por Inés Manzanaro y Gloria Muñoz se medía a las nº1, Eunice y Priscila Rodríguez, dos hermanas andaluzas que, además, debutaban en el torneo.
Esa mayor actividad que traían Inés y Gloria se notó en el inicio, pues estaban con varias marchas más, menos ancladas a la pista, más ágiles y sabiendo elegir mejor los golpes, algo a lo que se sumaban los nervios que las dos jóvenes hermanas tenían por ser la primera vez que pisaban la central del Wizink.
Con esos argumentos, arrancaron mucho mejor las menos favoritas, sabiendo apretar y mandar, obligando a defender constantemente a Eunice y Priscila, más incómodas en esa tarea, dejando demasiados huecos y cometiendo más errores de los esperados, cediendo con su saque en varias ocasiones y siendo muy penalizadas hasta que las oponentes cerraron la primera manga a su favor (6-3).
El segundo envite comenzó con un intercambio constante de breaks, para un lado y para otro, sin que nadie quisiese o pudiese dominar, convirtiendo el partido en un ir y venir sin dueñas hasta que las hermanas entraron en ebullición. Ya metidas en ritmo de competición, dieron lustre a sus piernas y pólvora a sus muñecas para mandar y devolver el golpe libra por libra, igualando la contienda gracias a un break en el sexto juego (3-6).
Quedaba uno que decidiría todo y que arrancó muy de cara para las dos González, rompiendo el servicio de las mellizas andaluzas en el segundo juego y tomando la delantera. Pero a ello le siguió un ejercicio variado de errores a uno y otro lado con demasiadas bolas a la red, al cristal y a las que no podían llegar, lo que permitió que unas no se marcharan en el luminoso y las otras no terminaran de desconectarse y así, Eunice y Priscila empezaron de nuevo a abrir fuego, a someter a cañonazos constantes y recuperaron la distancia para igualar en el octavo (4-4) y ya no permitir que ni Inés ni Gloria hicieran más juegos. El marcador terminó reflejando un 6-3, 3-6 y 4-6 favorable para esta joven pareja que, a fuerza de fe, logró plantarse en la final.
En el duelo definitivo se verán las caras, por tanto, Andrea Colinas y Laia Álvarez a Eunice y Priscila Rodríguez con todo un título de campeonas de España en juego, a partir de las 10 de la mañana.
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