La reconocida canción que una y otra vez entonó Lina Morgan en los escenarios se titulaba ‘Gracias por Venir’ y dejaba frases como »Todo es hermoso, todo es alegre, maravilloso fue volver, solamente puedo decir, gracias por venir», y eso es precisamente lo que nosotros queremos decirte a ti, Seba Nerone.
Gracias por haber venido, por habernos hecho disfrutar, por habernos inculcado la pasión por este deporte no solo a nosotros, a los aficionados que estamos fuera de la pista, sino también a compañeros y rivales y, sobre todo, gracias por haber hecho crecer este deporte.
Porque has sido, eres y serás, todo un número 1, un ‘Mítico’ que nunca perderá ese apodo y que ahora que abrazas el momento de la retirada, serás eterno en este deporte que tantas alegrías te ha dado y al que tanto de tu vida le has entregado.
Seba es, para los que tenemos la suerte de conocerle, un tipo diferente, siempre con una sonrisa, una anécdota divertida, un chascarrillo o un chiste en la boca, una persona que en la pista se entregaba y se entrega al 100%, competidor nato, entregado a la causa, batallador y, como reza una de las máximas de sus queridos Atlético de Madrid y ‘Cholo’ Simeone, un jugador que va partido a partido.
Seba ha sido un referente para muchos, para sus compañeros, empezando por Gaby Reca, con quien vivió quizá su etapa de máximo esplendor, pero también para ‘Sanyo’ Gutiérrez, Maxi Grabiel, Álex Ruiz, Álvaro Cepero, Nacho Gadea, Rafa Méndez, Agustín Gómez Silingo, Fede Quiles… de todos se lleva algo y ellos también de él, pero igual que los rivales, con los Fernando Belasteguín, Juan Martín Díaz, Miguel Lamperti, Cristian Gutiérrez, Juani Mieres o Matías Díaz a la cabeza, a los que tantas y tantas veces se ha enfrentado, pero también a los más jóvenes como Paquito Navarro, Franco Stupaczuk, Martín Di Nenno o Juan Lebrón, a los que ha enseñado lo que es ser un profesional de este deporte.
De sus comienzos futbolísticos como volante central en el histórico club Lamadrid con 5 años poco queda, más allá del recuerdo, pues su verdadero triunfo fue coger una pala y perfeccionar su clásica víbora, ese golpe que tantas alegrías le confirió a él y tantos quebraderos de cabeza a los rivales.
El primer torneo que jugó, ya cumplidos los 14 años, fue en 5ª categoría con su padre y luego lo ascendieron enseguida a 4ª Categoría.
El primero fue en San Andrés, de ahí, de a poco, fui compitiendo en metropolitanos, nacionales, se fue enganchado en las categorías por edades y fue creciendo y mejorando su nivel, debutando en primera categoría en el año 93, en Mendoza, junto a Pablo Torreira, mientras que el primer partido profesional que ganó fue junto a Fernando Verdecchia. Más tarde, a su lado pasaron otros jugadores como Sebastian Grandinetti, Sebastian Pinto o Javier Siro, con quien estuvo dos años y logró como gran hito imponerse a los imbatibles Lasaigues – Gattiker.
Pero claro, llegó Gaby Reca y brilló con luz propia; junto a él estuvo nueve años, logrando el nº1 del ranking PPT y también de Argentina, logrando incluso cinco campeonatos del mundo con su selección (2000, 2002, 2004 , 2006 y 2014) y tres subcampeonatos por parejas junto al citado Reca, primero en el Mundial de Francia 2000 cayendo frente a Hernán ‘Bebe’ Auguste y Juan Martín Díaz, dos años después en el Mundial de México 2002 frente a Fernando Belasteguín y Juan Martín Díaz y el tercero en el Mundial de Argentina 2004 cediendo frente a Fernando Belasteguín y Juan Martín Díaz. Además, cuenta con dos Olimpia de Plata (1999 y 2001).
En definitiva, un jugador para el que cualquier hemeroteca de triunfos se queda corta y para el que solo cabe reconocerle todo lo que ha entregado al deporte de la pala. Porque sigas vinculado muchos más años a él, sea como comentarista, entrenador o el puesto que desees.
Gracias por tu entrega, Seba.
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