En la ficción, cuando peor están las cosas, cuando parece que no hay salvación, aparece un milagro en forma de héroe, de alguien que encuentra la manera de solucionar el problema y se convierte en un líder nato que guía a los demás. Pues algo muy similar a ello ocurrió en Córdoba.
Emergió Fernando Belasteguín, ‘El Rey’, esa persona que es historia viva del pádel, que está curtido no en mil batallas, sino en decenas de miles y que, esté al 100% o no, siempre es un factor determinante. Cuando peor le venían dadas en su duelo junto a Arturo Coello contra ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Tapia, cuando cualquier otro hubiese bajado los brazos, él no lo hizo, y reinó una vez más.
Demostró que dentro de la cancha no hay amigos, que sabe dejar fuera el factor anímico ante dos de sus ex compañeros y que rema y corre como el que más aunque haya superado los 40. Es un animal competitivo.
Junto a Coello sufrió mucho en el primero ante las acometidas aéreas de Tapia y el pádel control de ‘Sanyo’, quienes se encontraban muy cómodos y eran capaces de hilvanar grandes jugadas y de conseguir con ellas un break que les dio alas para, con la ventaja en la mano, irse a por la consecución del primer parcial. Y entonces apareció Bela.
El marcador caminaba muy ajustado en el segundo set y decidió irse al tie break, donde Fernando y Arturo fueron de menos a más hasta lograr un miniquiebre, ponerse por delante y ya no soltar la ventaja, que certificó la igualada con un remate en diagonal de Coello, inalcanzable para el joven de Catamarca.
Uno-uno en el marcador y exhibición total de los hombres de Gustavo Pratto. Bela y Coello, tras haberse visto contra las cuerdas, elevaron todavía más el ritmo de juego al tiempo que Agus y ‘Sanyo’ no podían compenetrar su pádel y sufrían cierta desconexión que se fue ampliando en minutos y en distancia en el marcador, tanto que los rivales cobraron una amplia diferencia que ya fue insalvable y que permitió que Bela y Coello se colaran en sus primeras semifinales (3-6, 7-6 y 1-6).
Hubo bastante sufrimiento también en el último partido del día, por aquello de cerrar el círculo, viéndose las caras Álex Ruiz y Franco Stupaczuk contra Fede Chingotto y Juan Tello. Un partido de toma y daca constante, de pelea y cambio de mando, de falta de alguien que controlara el tiempo y mandara en el mismo. Porque el choque fue una locura, golpeando primero los dos argentinos tras un primer parcial muy ajustado en las estadísticas que solo se desniveló pasado el ecuador del mismo.
Con los de Gaby Reca por delante, se esperaba una reacción que no tardó en llegar y que nada más volver de los banquillos puso a Álex y a Stupa con 3-0 a favor. Alarmas encendidas para no irse del partido y de nuevo, vuelta a la paridad (3-3) hasta que eran otra vez Stupa y Ruiz los que daban un paso al frente y, con otros tres juegos seguidos, escribían sus nombres en el segundo set.
Comenzaba el tercero con Stupa y Ruiz anotándose un break en el tercer juego y con otra igualada más de Chingotto y Tello, que no querían dejar que sus rivales se marcharan en el marcador. Sin embargo, tras ponerse 2-2, fueron los de Carlos Pozzoni los que otra vez metieron la directa, esta vez con cuatro juegos seguidos, inutilizando las acometidas de los dos argentinos, y poniendo en lo alto del pabellón el 4-6, 6-3 y 6-2 final.
Los otros dos cara a cara tuvieron bastante más margen de definición; empezando por Ale Galán y Juan Lebrón, que se mostraron tanto físicamente como por juego, muy superiores a Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra. Lo intentaron los dos argentinos, pero el nivel que lelvan mostrando los números 1 desde hace varios torneos hace que sea muy difícil jugar contra ellos, y lo demostraron con el resultado final, un 6-3 y 6-2 más que merecido.
Paquito Navarro y Martín Di Nenno fueron también capaces de hacer valer su condición ante Pablo Lima y Javi Ruiz, un duelo complicado por el choque de estilos pero que rápidamente se decantó, especialmente en el primer envite, en favor de la dupla nº2 del mundo. Con un 3-6 se ponían por delante pero como ni Pablo ni Javi son de los que se rinden, tuvieron que sudar bastante más en el segundo set, pues el brasileño y el andaluz plantaron cara y les obligaron a irse al tie break para conseguir el pase. Al final, 3-6 y 6-7 y una nueva semifinal para Paquito y Martín, que siguen creciendo.
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