Inició el día el Challenger de Alfafar con cierta calma en lo que a las semifinales masculinas se refiere, pero lo terminó por todo lo alto con un partido grandioso que hizo marcharse al público con el mejor de los sabores de boca.
La ronda previa a la final, donde se separa a los verdaderos aspirantes al título de los que se quedan rozando la gloria, se presentaba con un duelo entre Jesús Moya y Francisco Gil frente a Iván Ramírez y Gonzalo Rubio.
Partido muy parejo entre dos binomios que se conocen bien y que no iban a dar una bola por perdida. Una sucesión de puntazos que hacían las delicias de los espectadores allí presentes. Después de un apretado inicio, Rubio y Ramírez conseguían romper el saque de sus rivales en el noveno juego para terminar haciéndose con la primera manga con un 4-6.
Mismo desenlace tendría el segundo set. Después de un arranque esperanzador de Gil y Moya que querían meterse en su primera final juntos, Rubio e Iván volverían a mostrar su lado más letal para conseguir su billete a la final (4-6 y 4-6).
Último partido del día. Javier Valdés y José David Sánchez se enfrentaban a Javier Glez. Barahona y ‘Coki’ Nieto por una plaza en la final masculina.
El primer set mostraba el nivelazo y las ganas que tenían, por un lado, ‘Coki’ y Javi de meterse en su primera final como pareja juntos y por el otro, un Joseda que se estrenaba en semis junto a Valdés.
Después de un apretado primer set donde cualquier pareja podía haberse llevado el primer duelo, Nieto y Barahona se lo llevaban con un 6-4. Mismo arranque, pero diferente desenlace tendría la segunda manga. 3-6 para un Valdés y Joseda que sacaban su lado más pegador y ofensivo para igualar las fuerzas y llevar la semifinal hasta el tercer set.
Y allí se dio la guinda que todo el público esperaba. Qué bandejas, qué remates x3, qué dejadas, qué entrega… el nivel era espectacular; eso sí, ‘Coki’ y Barahona se mostraban mucho más fuertes en defensa ante una pareja que condenaba sus errores no forzados. Harían más que sus rivales y eso lo terminarían pagando caro. Nieto y Barahona se metían en su primera final de Challenger juntos (4-6, 6-3 y 4-6).
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