Fueron Virginia Riera y Patty Llaguno las que demostraron una contundencia mayor (en parte contra pronóstico) en los duelos de cuartos de final. Una victoria sin paliativos, sin medias tintas, exhibiendo un juego colectivo como los que mostraban a principios de año y que les servía para conquistar altas cotas. En Lugo vuelven por sus fueros, y lo hacen ante una de las parejas más en forma.
Dinamitaron la española y la argentina el partido desde el comienzo, no permitiendo que Ari Sánchez y Paula Josemaría sacaran a relucir el inmenso arsenal de armas que poseen en su juego, si bien también jugaron un poco mermadas por los problemas físicos de la extremeña, que tenía incluso que pedir asistencia del fisio para poder seguir.
Eso condicionó mucho su juego y permitió que las de Neki Berwig, sin apenas errores y eligiendo en cada momento con acierto qué golpe ejecutar, se llevasen el partido por un doble 6-2, con demasiadas dudas en las rivales y sobriedad total en su lado.
El resto de partidos fue una batalla constante y un desgaste tremendo en cada centímetro de la pista. Ninguna pareja se salvó de la quema, de quedarse sin gasolina en el tanque y tampoco de irse a los tres sets para pasar de ronda.
Alejandra Salazar y Gemma Triay vencieron a Eli Amatriain y Carolina Navarro tras superar una y otra vez los globos de Eli y la táctica de Carol que, tras caer con amplitud en el primer set, se revolvieron en el segundo y tirando de experiencia y casta, aprovecharon las pocas ventanas de oportunidad que dejaron Ale y Gemma.
En el tercero, de nuevo tomaron las de Rodri Ovide el mando y exhibieron su versión total, dejando seca la producción de Amatriain y Navarro una y otra vez, rompiéndoles el servicio y navegando con tranquilidad tras la pelea vivida en el ecuador del partido (6-2, 4-6 y 6-2).
Delfi Brea y Tamara Icardo demostraron una vez más que, sin duda, son la pareja revelación del año. La argentina y la valenciana remontaron con poso, tranquilidad y confiando en sus armas a Martita Ortega y Marta Marrero. ‘Las Martas’ fueron mejores en el inicio, tomando las riendas del duelo y siendo las que mandaban a su antojo, pero con el caminar de los minutos, Delfi y Brea empezaron a asomar la cabeza a pesar del golpe recibido en el primer set.
No le perdieron la cara al partido, no se dejaron ir por el marcador en contra y remando poco a poco consiguieron salir a flote con muchas complicaciones, pero lo hicieron, y al final les levantaron el marcador con un monopolio de pádel absoluto sobre la central de Lugo para ganar y seguir en el torneo (6-3, 4-6 y 1-6).
Y el tercero a tres tuvo como protagonistas a Aranza Osoro y Victoria Iglesias y a otra grandísima remontada. Se veían con Lucía Sainz y Bea González que en ningún momento bajaron los brazos, nunca rehusaron una sola pelea y que incluso, fueron las mejores en el inicio. Salieron a por todas, a comerse la eliminatoria y a destrozar a las rivales y en el primer set cumplieron el guion. Con un 6-1, no dieron opción alguna a Aranza y Victoria, pasándoles por encima por intensidad y fuerza pero no son estas dos que bajen los brazos y entreguen el partido fácilmente.
Cambiaron el discurrir del partido a partir del segundo set, conscientes de la necesidad de un cambio radical y, mejorando desde el servicio y subiendo más y mejor a la red, empezaron a responder con igual patrón de pádel ofensivo a Lucía y Bea, igualando la contienda y teniendo que marcharse a un tie break. Era continuar o decir adiós y salió cara, por lo que el partido continuó tras hacerse la argentina y la andaluza con la muerte súbita, lo que les dio el empujón definitivo para el desenlace.
En el tercero se mostraron todavía más enchufadas y como les salían las cosas, no pararon hasta el final, ni ante el empuje de Lucía y Bea por no perder comba y pelearles cada pelota. Vencieron al final Aranza y Victoria, encaramándose a una nueva semifinal (6-1, 6-7 y 4-6).
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