En el caso de las hermanas Sánchez Alayeto, Mapi y Majo, cada victoria suya desde hace tiempo vale doble, suma más puntos y, sobre todo, más satisfacción. Porque es la suya (especialmente la de Mapi) una pelea contra los elementos, contra las rivales y contra sí mismas, una de esas que con cada golpe se nota que se dejan el alma y que lo dan todo.
Y esta vez la victoria reconforta muchísimo, pues ha sido ante rivales directas como son Marta Marrero y Martita Ortega y, además, con el resultado más amplio de todo el día, siendo el único choque de cuartos que se disputó en dos sets.
Tan amplia fue la diferencia en el primer set que este apenas duró 20 minutos, con solo una dupla en pista, la de las hermanas mañas, dos torbellinos en el 20×10, jugando con más corazón que cabeza, con el apoyo de todo el público en sus palas y con la inercia de una pareja que, quizá, esté jugando más a disfrutar este año que a perseguir resultados. El caso es que Mapi y Majo arrasaron con un 6-1, jugando siempre al ritmo que ellas marcaban, recordando a sus mejores tiempos.
En el segundo, algo más sueltas Marrero y Ortega, estrecharon el cerco sobre las de Jorge Martínez, teniendo incluso opciones de pelear por un tercer set cuando marchaban 3-5 arriba y saque, pero no lograron terminar de certificar esas buenas sensaciones y vieron cómo les remontaban el partido hasta el 5-5 y luego al 7-5, metiéndose así en las semifinales con todos los honores.
El resto de principales candidatas sufrió y peleó, alargando la disputa de sus partidos más allá de lo que seguramente querían. Alejandra Salazar y Gemma Triay empezaron como dos cohetes ante Victoria Iglesias y Aranza Osoro, excesivamente desafortunada esta en la consecución de los puntos, algo que quedaba totalmente contrapuesto al otro lado, pues Gemma desde la red dominaba sin oposición y Alejandra manejaba con soltura desde el fondo, subiendo también y no haciendo prisioneros con cada estirada de su brazo.
Mucho más parejo estuvo el segundo, oponiendo ‘Las Vikingas’ más resistencia y generando ahora sí, dudas en las números 1, que no conseguían dominar como al principio y se encontraban con más problemas para intentar marcharse en el marcador. Las de Javi Peña ahora sí, salían a flote con la autoridad que les ha caracterizado este año y conseguían igualar la contienda.
Pero llegó el tercero y ahí, el torbellino que generaron Ale y Gemma fue insostenible para las oponentes; un set perfecto, con tres roturas de servicio a favor y cero en contra y, sobre todo, con un dominio absoluto y eterno de todas las facetas de juego, lo que se tradujo en el definitivo 6-1, 4-6 y 6-0 con que despidieron a Aranza y Victoria del torneo.
Un partido muy complicado consiguieron llevarse Delfina Brea y Tamara Icardo, pues no solo jugaron contra Lucía Sainz y Bea González, sino también contra el público, que apoyaba a su jugadora local, Bea, en un intento por alargar su estadía en el torneo. No surtió desde luego efecto en el primer envite, pues las ganadoras del Valencia Open salieron en tromba buscando cerrar por la vía rápida el choque, logrando un break de inicio, poniéndose por delante y mandando como suelen. Mejores en la fabricación de los puntos, Delfi y Tamara cerraron con un 3-6 el primer capítulo.
En el segundo set, Bea y Lucía superaron el cortocircuito del primero y pudieron ofrecer el pádel que llevaban; así, poco a poco y con mucha brega, dieron la vuelta al marcador y devolvieron el golpe con idéntica intensidad (6-3), poniendo al público en pie y alargando la fiesta de la grada un set más. Quedaba la traca final y en ella fueron de nuevo Icardo y brea las que se adelantaron con un break y con un 1-4 que ponía las alarmas muy encendidas, pero si por algo se caracteriza la catalana y la malagueña es por no rendirse y pelear y eso hicieron, recuperando una de las dos roturas y dejando el marcador muy ajustado, en un hilo muy fino que fue favorable finalmente a Delfina y Tamara por 3-6, 6-4 y 4-6.
Quedaba un partido, que haciendo honor a los Juegos Olímpicos en los que nos encontramos, se convirtió en otra maratón, un duelo de desgaste entre Virginia Riera y Patty Llaguno ante Ari Sánchez y Paula Josemaría.
Basándose ambas duplas en el control del juego y en buscar siempre los espacios, se fabricaron un partido con puntos kilométricos y con acciones de mucha magia en ambos lados de la pista. En esa disputa, serían Llaguno y Riera las que golpearían primero con solo una rotura de diferencia, mínima distancia, y un 6-4 a su favor.
Pero las pequeñas del circuito supieron encontrar acomodo, hacer pie y remontar, manejando mucho mejor la bola y sacándose sus habituales golpes de la chistera; mejores en la consecución de los puntos, Ari y Paula eran ahora las que llevaban la iniciativa en el segundo y las que, con otro break de diferencia y asegurando en todo momento su saque, igualaban la contienda.
Era el todo o nada y, como las anteriores, esta tercera manga se iniciaba con máxima igualdad, algo que duraría hasta la parte media del set, cuando rompieron de nuevo la catalana y la extremeña a base de encontrar más y mejores huecos, lo que les valió una remontada espectacular ante una de las parejas más rocosas del circuito (6-4, 3-6 y 4-6).
Las semifinales quedan de la siguiente manera:
Alejandra Salazar y Gemma Triay vs. Mapi y Majo Sánchez Alayeto (10 horas)
Delfina Brea y Tamara Icardo vs. Paula Josemaría y Ari Sánchez (16 horas)
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