Había varios partidos interesantes en esta ronda de octavos pero sin duda el que más expectación levantaba por el choque de nombres era el de Pablo Lima y Agustín Tapia contra Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra, partido que se encargaría, merced a una intensidad absoluta y a un despliegue enorme de los cuatro, de refrendar las expectativas.
Empezó el partido con mejores sensaciones para Lima y Tapia, con dos puntos de oro y los dos a favor, distancia que les permitió maniobrar con más calma durante el primer set, siendo muy solventes y dedicándose únicamente a frenar cualquier acometida rival, lo que les dio el primer paso para la siguiente ronda.
Pero tras volver del banco, emergió una igualdad tremenda en la que los cuatro desplegaron físico y tiros de todos los colores; más acertados ahora Maxi y ‘Lucho’, mejores en tareas defensivas y con sus saques, pudieron enmendar la situación e pelear hasta el final, forzando un tie break que caería de su lado para alargar todavía más la pelea y desafiar a sus rivales en el tercero.
Idéntico caminar en este final digno de ver una y otra vez. Igualdad de nuevo hasta que un punto de oro sobre el saque de Maxi y Lucho en el séptimo juego estuvo muy cerca de desequilibrar la contienda, pero los argentinos pudieron capear el temporal y, de nuevo, llamar a la puerta de la muerte súbita. Otro tie break y otro desempate que caía a su favor, logrando así remontar y sellar el pase a sus terceros 1/4 de final de la temporada (6-3, 6-7 y 6-7).
Ligeramente más sencillo lo tuvieron Juan Martín Díaz y Pablo Lijó, o al menos un escalón por debajo, ante Álvaro Cepero y Lucas Camapgnolo que, si bien eran pareja nueva, demostraron en poco tiempo haberse acoplado muy bien y uniendo la movilidad del gaditano a la potencia del brasileño, habían superado un duro debut y en octavos provocaron que tanto Juan Martín como Pablo tuvieran que trabajarse la victoria.
Se adelantarían primero en el marcador el gallego y ‘El Galleguito’ con el primer break del partido, que les permitió, al paso por el octavo juego, abrir todavía más la distancia y poner un 5-3 en el marcador; en ese momento Campagnolo y Cepero recuperaban lo perdido y dejaban todo como al principio (5-5), dando otra vez la iniciativa a sus oponentes con otros dos juegos directos para adjudicarse la primera manga.
El dominio en el segundo volvía a ser de »los gallegos», pero sin claridad total, porque de nuevo recuperaban la desventaja que tenían Cepero y Campa para provocar un nuevo final apretado que, calcando el anterior desenlace, sería otra vez para Juan y Pablo (5-7 y 4-6).
Complicaciones también para Paquito Navarro y Martín Di Nenno, aunque en realidad fueron solo en el primer set ante la electricidad de Javi Rico y ‘Momo’ González, pues en el segundo, tras no haber podido ponerse por delante, dieron un pasito atrás empujados también por la inercia que adquirieron el andaluz y el argentino (7-5 y 6-2). Y lo mismo para Fede Chingotto y Juan Tello ante Javier Glez. Barahona y Adrián Blanco.
Supieron en el primero mostrar su mejor versión y todo lo bueno que tiene su pádel, forzándoles a decidir el primer set en el tie break, pero en el segundo ya fueron los argentinos los que dominaron con más claridad de ideas y soltura en el juego. Chingotto pudo manejar mejor y Tello acaparar punto tras punto en ese proceso de recuperación que les ha de llevar de nuevo a, como mínimo, estar en semis con asiduidad (7-6 y 6-3).
Hay cosas que en la vida nunca cambiarán: que los perros ladran, que los aviones vuelan o que a todos nos encanta no tener que madrugar. Y en el pádel también ocurren, siendo la más recurrente que Fernando Belasteguín es ‘El Rey’. Que su imagen, su personalidad, su faceta como deportista superan a este deporte, le han dado y siguen dando forma y que todo lo que hace trasciende, quiera él o no.
Y en la pista central de Valladolid, en el último partido del día, con el público deseando verle de nuevo en acción, se marcó junto a ‘Sanyo’ Gutiérrez un partido de esos que hacen época, de los dignos de elogio y también de los que ponen a prueba si su recuperación ha sido buena o no, porque tuvo que luchar durante tres sets y más de dos horas y veinte contra Salva Oria y Álex Arroyo, dos jugadores que llegados desde la previa partían con la ilusión por bandera.
Venían con desgaste tras jugar más partidos, haber vivido un duelo en 1/16 también a tres sets y de unas 2:40 de duración, pero todo eso dio igual cuando la bola empezó a rodar.
Y en el tie break, Arroyo empezó muy enchufado o, mejor dicho, continuó tal y como llevaba todo el partido, manejando mucha bola y logrando un 2-0 de inicio que después, no obstante, mudaría a un 2-2 y de ahí igualdad total. Conseguía punto una pareja y le respondía la otra, sin separarse, midiéndose para ver quién erraba antes. Tuvieron opción de victoria con 6-5 al resto Oria y Arroyo, pero erraron (6-6) para posteriormente dar opción a los argentinos de nuevo con 6-7, quienes también fallaron.
Así hasta el 9-9 con ambas parejas contra las cuerdas en más ocasiones hasta que Bela y Sanyo pararon las oportunidades y convirtieron la suya en una realidad. Salida por la pista de el de Pehuajó, impresionante, para llegar in extremis a una bola dándole de revés, otro punto más de Sanyo y para finiquitar, con el segundo saque de Bela, juego de voleas en la red y punto para ellos. Victoria enorme, de las que marcan, de las que sirven para demostrar que, aunque veteranos, saben pelear con los más jóvenes también con mucha intensidad (6-3, 4-6 y 6-7).
Más fácil lo tuvieron, por ejemplo, Ale Galán y Juan lebrón, y eso que peleaban ante el local Arturo Coello y Miguel Lamperti, pero consiguieron destrozar todas sus defensas y avanzar de ronda con un 6-2 y 6-3. También muy cómodos estuvieron Iván Ramírez y Miguel Yanguas, quienes firman de momento su mejor resultado del año y se han colado, sin hacer mucho ruido, superando a Juan Cruz Belluati y Javi Garrido por un doble 6-2.
Juani Mieres y Martín Sánchez Piñeiro repitieron marcador, un doble 4-6, ante Antón Sans e Íñigo Zaratiegui, ya con los deberes hechos tras alcanzar el cuadro final y encima ganar en 1/16, pero siempre con ganas de más; sin embargo, no pudieron con el argentino nacionalizado español y con el gallego.
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