La llegada de ambas parejas a la final fue a través de caminos muy diversos, completamente opuestos. Mientras que unos sufrieron de lo lindo y vivieron en sus piernas uno de los partidos más largos de la historia reciente del pádel, los otros apenas se desgastaron y en veinte minutos, estaban clasificados.
Hablemos primero de Ale Galán y Juan Lebrón, dos colosos que sobrevivieron al empuje, las ganas y la mejor versión de Paquito Navarro y Martín Di Nenno, generosos en el esfuerzo y que, desgraciadamente, se marcharon de Santander sin premio pero con la sensación de que ya se codean con los mejores, de que por fin han llegado y pueden pelear por todo.
Hace dos semanas se vieron, con victoria para el dueto hispanoargentino, por lo que había cuentas pendientes que tardaron en saldarse…¡3 horas y 10 minutos!, buena prueba de lo importante que era el duelo y de la calidad de los cuatro. Empezaron igualados, tanteándose, viendo cómo reaccionaban los de enfrente, hasta que en el sexto juego arrancaron las hostilidades. Break para Navarro y Di Nenno, premio al esfuerzo para ponerse por delante (2-4), pero nada definitivo ante una pareja como Ale y Juan, que fueron capaces de volver a igualar el marcador cuando otros lo hubiesen dado por perdido e incluso forzar el tie break.
Aquí, en la muerte súbita, serían mejores Paquito y Martín, si bien tuvieron hasta cuatro oportunidades para cerrar el set, pero finalmente lo consiguieron y se adelantaron en la eliminatoria.
El segundo envite puso por delante nada más arrancar a los de Mariano Amat (2-0), pero esa distancia era rápidamente recortada para quedar todo como al principio tras el cuarto juego (2-2); de ahí se pasó a un 4-4 en el que rompieron Paquito y Martínel para encender las alarmas, toda vez que dispondrían de su saque para cerrar el partido. Lejos de conseguirlo, contrabreak y cierre final con otro desempate que esta vez fue para Lebrón y Galán, sobresaliendo ambos a base de destellos y de un físico privilegiado para levantar incluso dos bolas de partido en contra.
La tercera manga empezaría con Galán y Lebrón dominando a su antojo (4-0) y con un monólogo total de pádel, superando por físico a los rivales, especialmente al argentino, a quien se le veía con menos tanque de gasolina que al resto. Paquito le pedía un último esfuerzo, un poco más de empuje para ayudarle a seguir remando pero por más que lo intentó, los números 1 volaban ya sobre la pista. Lograron acercarse hasta el 4-2 pero después el grifo se cerró y los grandes favoritos alcanzaron su segunda final del curso tras cerrar la inmensa maratón de pádel con un 6-7, 7-6 y 6-4.
La otra semifinal poco tuvo que contar en lo deportivo y mucho en la mala suerte, que llegó en forma de lesión para Fernando Belasteguín. Cuando el partido marchaba con un claro 1-3 en favor de Bela y Sanyo Gutiérrez ante ‘Momo’ González y Javi Rico, el eterno jugador de Pehuajó se caía al suelo, golpeaba incluso una bola desde ahí pero decidió parar el partido, su cuerpo dijo basta y felicitó a los rivales.
Caras de tristeza, preocupación y, desde luego, escasa alegría en los vencedores, conscientes de que estaban siendo superados y que no querían llegar a la final así, por lesión de un compañero. Una rotura muscular en la pierna izquierda retiraba a Bela, al que se le veía cabreado y frustrado, pensando ya en si podrá estar en el siguiente torneo, que llega en 10 días, por lo que tiene poco margen de tiempo.
Así, final entre cuatro españoles con dos habituales, Ale Galán y Juan Lebrón y dos »novatos» que tendrán que pelear mucho, Javi Rico y ‘Momo’ González.
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