Si la final femenina fue un visto y no visto, la masculina le fue, en parte, a la zaga, al menos en el primer set. Un duelo que se preveía igualado comenzó con solo una pareja dominando y haciendo que el partido bailase al son de su música, una música que ya sonó en semifinales y que anunció que iban a por todas.
Hablamos de Ale Galán y Juan Lebrón, que en la antesala por el título rayaron a un nivel excelso pero que en la final no se quedaron cortos ni mucho menos, sino que desplegaron juego y avasallaron durante más de media hora a Álex Ruiz y Franco Stupaczuk, dos grandes jugadores que solo veían la bola pasar y no podían responder al ataque total de los números 1.
Olía a exhibición como en el cuadro femenino, pero al menos el argentino y el andaluz sí supieron reaccionar en el segundo, cambiando ya ligeramente la estrategia al final del primer set por aquello de ir allanando el terreno.
El motivo del 6-0 y 6-4 que selló el primer título del año para Ale y Juan no es otro que este último, que salió con tal nivel de concentración, de actividad en las piernas y de efectividad que ahora mismo no hay jugador que le pueda igualar cuando está así, ni siquiera un Stupa pletórico en lo físico pero que tenía demasiadas intermitencias; de ahí que en apenas 15 minutos el marcador reflejase un 3-0 inapelable y que se terminara por transformar en base a una gran defensa, en un rosco, un 6-0, en el que también tuvieron mucha culpa los errores no forzados (3 por parte de Galán y lebrón y 11 de sus rivales).
Carlos Pozzoni desde el banco quiso reactivar a los suyos y les metió adrenalina y convicción a partes iguales, y se enchufaron. Stupa volvía a cubrir mucha pista, Álex a defender y apretar la bola y poner en apuros a los oponentes con su volea, pudiendo así igualar algo más el marcador (1-1, 2-2, 3-3, 4-4). Hasta ahí sostuvieron Stupa y Ruiz su resistencia, pues los de Mariano Amat dijeron basta y enlazaron dos juegos seguidos devolviendo todas las bolas que recibían, remates incluidos, y navegando por la pista a su antojo. Formidables.
Así consiguieron el título, arrodillados en la pista, abrazados y sonriendo. Un título que, una vez conseguido, voló al cielo, desde donde contemplaba todo con una sonrisa Juan Vera, el tío de Ale Galán fallecido y al que se le brindó el espectáculo de Alicante. Va por ti y toda la familia.
Los comentarios están cerrados.