Era el momento de los cuartos de final del Alicante Open y en lo que respecta al cuadro masculino, la jornada no pudo ser más redonda. Los aficionados presentes poco más pudieron pedir, pues aplaudieron a rabiar y se fueron a casa con numerosos momentos en la retina.
La victoria (esta vez sí) de Galán y Lebrón, la consolidación y sorpresa del proyecto de Lamperti y Coello, la venganza de Stupa y Álex Ruiz o la afirmación de que Tello y Chingotto están, definitivamente, para tardes de gloria.
Los primeros en levantar el telón fueron, precisamente, estos últimos, Fede Chingotto y Juan Tello, quienes se vieron en su partido ocn un Paquito Navarro y un Martín Di Nenno que querían olvidar el mal resultado del pasado torneo; dos parejas que se conocen a la perfección, pues entrenan en el mismo sitio, pista con pista, y con dos técnicos que podría decirse que son alumno y maestro aunque ambos poseen una experiencia enorme, Gaby Reca y Rodri Ovide.
Así pues, teóricamente no debería haber muchas diferencias entre ellos pero lo cierto es que los argentinos derribaron la peurta a las primeras de cambio, con una salida no excesivamente eléctrica como suelen pero sí contundente, de carácter, poniendo un 2-0 en el marcador que anunció problemas para Paquito y Martín. Quisieron e intentaron reaccionar pero lejos de conseguirlo, el luminoso mostró entonces un 4-1 afianzado a base del punto de oro para terminar convirtiéndose en un 6-2 que adelantaba a Fede y Juan.
Devolvieron el golpe Navarro y Di Nenno nada más comenzar el segundo pero entonces Chingotto y un enorme Tello en tareas defensivas pusieron el muro de contención que impidió que les superaran a base de empuje, pudiendo así remontar el break de la pareja hispano argentina y asegurando sin problemas cada uno de sus saques posteriores. Así, dieron la vuelta al resultado y se pusieron por delante hasta que cerraron el partido con un 6-2 y 6-3.
Tras ellos llegarían Ale Galán y Juan Lebrón con la tarea de seguir sumando, evitar tropiezos y, sobre todo, autoregalarse un partido para reforzar la autoestima y homenajear al tío de Galán, fallecido la jornada anterior. Y todo eso lo consiguieron ante Juan Martín Díaz y ‘Coki’ Nieto, un jugador de enorme potencial que nos dejó el punto del torneo y probablemente uno de los de la temporada.
Galán y Lebrón estuvieron mejor en la definición y en la construcción de la victoria, pero el choque fue de vértigo y sin apenas descanso, desnivelándose cada vez más hacia el lado de los números 1, cada vez más cómodos y con mayor acierto en ataque. Al final, 6-3 y 6-0 pero sin ser fiel reflejo de lo mostrado por JMD y ‘Coki’ sobre la pista, que fue mucho.
Para la tarde quedaban también dos partidazos. El primero, el único del día que se fue a tres sets y que significaba ver en acción a Pablo Lima y Agustín Tapia contra Miguel Lamperti y Arturo Coello, duelo al cuadrado de juventud y experiencia, de pegada y firmeza en el que Coello fue de nuevo un enorme protagonista. El de Valladolid, junto a Lamperti, empezaban como un tiro con un 3-0 de entrada que ni mucho menos significó el final de la primera manga, pues los rivales lo dieron todo y a base de ímpetu pudieron igualar la contienda (5-5). De ahí se marcharon de la mano hasta el tie break, que cayó del lado de los intereses de Lima y Tapia, más solventes en los momentos necesarios.
Con el primer set en contra, Miguel y Arturo tiraron de raza, de levantar al público y ponerle de su lado, pero no lo iban a entregar tan fácilmente ni Pablo ni Agus. Al correr del décimo juego, todo seguía igualado y entonces se sucedieron los remates, las salidas de pista…el show, que concluyó con un punto de oro ganado por los de Mati Ortiz para llevar la locura al partido y poner las tablas.
Se citaron en el tercero, donde los dos jóvenes intentaron desnivelar, cada uno para su lado, el partido, Coello y Tapia dieron un recital de remates, salidas de pista, bolas desde el fondo, devoluciones a remates rivales…casi todo pasaba por ellos hasta que emergió el momento Lamperti, quien empleaba el punto de oro del noveno juego para lograr el primer y último break, cerrando así el partido a su favor con un 7-6, 5-7 y 4-6 de más de dos horas y media de duración y significando sus segundas semifinales.
Para terminar, un duelo de altura. Cara a cara la reedición de la final de hace poco más de una semana, Álex Ruiz y Franco Stupaczuk ante Fernando Belasteguín y Sanyo Gutiérrez. Unos buscaban tomarse la venganza de la derrota y los otros seguir sumando kilómetros y buenas sensaciones.
Ambas duplas demostraron el respeto que se tienen y por eso los primeros juegos fueron de tanteo hasta que los veteranos rompieron la inercia con un punto de oro en el sexto juego que les puso 4-2 arriba para luego pasar al 5-3 en el siguiente intercambio. Con todo a favor y viéndose ya dueños del primer envite con su saque, no sabemos si por relajación o por resurgimiento de los rivales, lo cierto es que los de Carlos Pozzoni tocaron a rebeldía y con un contrabreak y asegurando su servicio, igualaron el partido y tocaron al timbre del desempate, que les servía para completar la remontada y anotarse el primero.
Se miraban sin encontrar explicación en el banco Bela y Sanyo, pero sabían que el partido pasaba por no cometer errores, tirar buenos globos y mandar sobre las bandejas de los rivales, y a eso le pusieron todo su ímpetu. A pesar de eso, el hecho de tener ya el primer paso dado dio alas a los de Pozzoni, muy firmes y con la inercia en positivo, logrando aguantar el empuje. Tras casi dos horas de partido y mirando de reojo a un nuevo tie break, otro destello de calidad de Stupa acompañado de un enorme Álex Ruiz en tareas de construcción de juego les permitió hacerse con el punto definitivo y ver cumplida su venganza, dejando a Bela y Sanyo sin pisar el fin de semana, y a ellos con el billete para semis por 7-6 y 7-5.
Así, las semifinales quedan de la siguiente manera: Ale Galán y Juan Lebrón ante Fede Chingotto y Juan Tello por un lado y Arturo Coello y Miguel Lamperti ante Franco Stupaczuk y Álex Ruiz por el otro.
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