Un día triste para el pádel, de esos en los que hay que contar una noticia que nunca gusta y que apena terriblemente escribir. El pádel ha perdido a uno de sus enamorados, un hombre que vivía con pasión este deporte y que disfrutaba con cada partido que veía, ya fuera amateur o profesional, un hombre dedicado por completo a hacerlo mejor y más grande.
Toca despedir con todos los honores que merece a Enrique Navarro Zaba, padre de las hermanas Navarro (Teresa, María y Pilar), que nos dejaba este lunes.
Desde aquí mandamos un abrazo enorme y mucha fuerza a todos sus familiares pues Enrique, al que pude conocer durante el Campeonato de España de Pádel celebrado en Canarias hace tres años, era una magnífica persona, de esas con las que te puedes quedar horas y horas hablando de pádel, pues demostraba pasión en cada una de sus palabras.
Mucho ánimo para la familia Navarro Zaba y que Enrique descanse en paz.
Los comentarios están cerrados.