Parecía que el partido de Sanyo Gutiérrez y Franco Stupaczuk iba a ser plácido, que supondría un inicio de Master Final sencillo y sin demasiado desgaste, pero siempre hay que tener en cuenta a los veteranos. Con su ritmo diésel, Matías Díaz y Agustín Gómez Silingo fueron de menos a más y plantaron cara como pocos, demostrando que la veteranía y la experiencia son un grado.
La pista, quizá más lenta de lo que a muchos les gustaría, puede que les favoreciera, aunque no obviamente en el primer set donde, tras ver cómo los breaks iban y venían en los dos primeros servicios, el partido se estabilizó y sólo hubo una dupla sobre la pista, la de Sanyo y Stupa.
Tomaron las riendas del partido e impidieron que puntuasen Silingo y Díaz, preocupados solo de defender como podían las acometidas de un Stupa muy suelto y de un Sanyo que, como suele, en estos partidos se crece, aunque fuese Stupa quien llevase la manija anotadora. Así, con un rotundo 1-6, certificaron el primero para sus intereses.
El segundo iba a ser mucho más ajustado, con un cambio total de piel de Mati y Agus, ahora sí subiendo la intensidad de sus golpes, pues sabían que en su ritmo habitual no iban a poder plantar cara, peleando como suelen en cada centímetro de la pista. Mientras el mayor de los Díaz defendía con la muralla que siempre acostumbra, Silingo imponía su tremendo físico para poner en muchos aprietos la defensa de Sanyo en el paralelo y de Stupa con tiros muy abiertos.
En el décimo juego, los de Claudio Gilardoni no lograban hacer efectiva la única ventaja de que dispusieron en todo el set gracias a un punto de oro, y eso lo pagaron caro marchándose al tie break, que necesitó irse hasta el 12-10 en favor de Silingo y Díaz para saber que el partido se marcharía a una tercera entrega. Palas en todo lo alto.
El tercer envite se pondría pronto favorable para Sanyo y Stupa, poniendo estos el 2-0 de entrada. Maquillaron ligeramente las diferencias los de Horacio Álvarez Clementi pero andaban ya (especialmente Mati) con la gasolina algo justa, al tiempo que Stupa seguía a lo suyo, sumando y sumando, y convirtiéndose en el dueño del partido. Del 2-0 se pasó al 3-1 y de ahí, ya con todas las parejas conservando su servicio, al 1-6, 7-6 y 6-3 final tras casi tres horas de dura batalla. No bajaron los brazos los veteranos, pero esta vez se impusieron la juventud y el ranking.
Punto y final a la temporada 2020 para Matías y Agustín, embarcados ahora en un merecidísimo descanso y en volver el año que viene con más y mejores victorias, mientras que Stupa y Sanyo prolongarán su estadía en el torneo.
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