El reloj se situaba más cerca de las tres horas de partido que de las dos y media cuando por fin paró. Una batalla épica en la que el físico quedó por encima del juego (algo nada sencillo, pues hubo golpes magistrales) por todo lo que hubo que correr y pelear, por el tremendo desgaste que las cuatro ex números 1 acumularon en las piernas.
Era sin duda el partido con más alicientes del día, ver de nuevo frente a frente a Alejandra Salazar y Ariana Sánchez ante Mapi y Majo Sánchez Alayeto. Ya solo con escribirlo impone, pero en la pista mucho más.
Las cuatro sabían que no sería fácil, que iban a recibir duro castigo por parte de las rivales y salieron decididas a aceptar la oferta y a hacer que el público vibrara con un duelo espectacular, y la fórmula resultó. Introducción, nudo y desenlace con la misma tónica de la igualdad reinando en la pista, pues ninguna pareja lograba deshacerse del aliento en el cogote de la otra, ya fuera el ‘Equipo A’ para llevarse el primer set al que llegaron igualadas hasta el decimoprimer juego, donde Ale y Ari consiguieron romper el servicio de las mañas y, por fin, tomar un breve respiro (5-7), o las ‘Atómikas’, que en el segundo dieron cumplida respuesta a la afrenta del primero con una Majo que ganaba protagonismo con el paso de los minutos imponiendo su pegada y una Mapi que hacía suyo el timón del barco.
Fue el típico combate por puntos en el que el primer asalto cayó del lado de quienes más lo intentaron, por insistencia y por »cansinas», porque una y otra vez percutieron Ale y Ari hasta que la balanza cayó de su lado y pudieron encontrar un pequeño resquicio por el que asomarse y dar un pasito adelante. En el segundo lo más justo era el empate, pues las pulsaciones siguieron muy arriba y los dos técnicos sabían leer perfectamente qué iban a hacer las oponentes y contraatacar. Ahí las gemelas tiraron de pundonor para alargar el choque y pudieron, con un 6-4, demostrar que su madera de campeonas está más que intacta, y se citaron en el tercero.
Aquí sí hubo un elemento diferenciador, el número winners a favor de las de Manu Martín que, sin embargo, no sirvió para que el marcador quedara muy desbalanceado, toda vez que volvieron a llegar a la parte final con oportunidad de que cualquiera se impusiera y de que incluso apareciera el tie break. De nuevo serían la madrileña y la catalana, a las que parece que Menorca se les da muy bien, las que supieron tener más temple y fallar menos para quedarse con el billete a semifinales (5-7, 6-4 y 4-6).
Tremendo el partido y tremenda la temporada de las gemelas, que han demostrado que han vuelto con todas sus armas y que seguro que el año que viene vuelven a estar en la pelea por todo.
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