Eli Amatriain y Patty Llaguno llegaban a este Master Final con la idea de que era un premio a su trabajo todo el año, una pequeña guinda del pastel de una amarga temporada 2020 que todos han sufrido de mejor o peor manera y que significaba una recompensa antes de despedir el año.
Y así lo hicieron notar en la pista, donde nunca pararon de sonreir, ni cuando volaban en su partido ante Bea González y Paula Josemaría, ni cuando las nóveles jugadoras les apretaban las tuercas en un segundo set en el que sí sacaron todo su potencial y clase.
Y es que el duelo tuvo dos versiones totalmente diferentes, una en el primer set con Eli haciendo de todo y todo bien, brillando en la red, con voleas excepcionales, contragolpeando y bloqueando e, incluso, rematando y sacando la bola del campo, junto a una Patty que volvió a impartir una masterclass de contraparedes, control desde el fondo y globos precisos, todo ello para llevárselo con absoluta solvencia y sin respuesta de las jóvenes (6-2), y otra en el segundo, donde a pesar de iniciar con 2-0 e idénticas muestras de dominio, aparecieron las dudas.
Si en el primero fue un camino de rosas, en el segundo aparecieron las ortigas, pues la contundencia que las chicas de Neki Berwig mostraban en todas las facetas del juego se esfumó en el octavo juego. Iban 5-2 arriba y saque para cerrar el partido, pero algo hizo click en las cabezas de Paula y Bea, que decidieron dejar de estar encorsetadas y bailar, sacando sus mejores cualidades sin cortarse un pelo, fuera guiones.
Esa libertar se transformó en un arrebato que modificó el marcador del 5-2 al 5-5 primero y luego al 5-6, forzando como mínimo el tie break. Patty y Eli decidieron aceptar la oferta y se citaron en la muerte súbita donde la experiencia fue un grado y donde quizá la fatiga por tanto remar a contracorriente jugó en contra de las chicas de Juanjo Gutiérrez, que vieron cómo se les escapó el partido y su debut en el Master Final sin poder forzar el tercer set (6-2 y 7-6).
Despedida con todos los honores para dos jugadoras que estarán con asiduidad seguro en esta cita, y un día más de disfrute en el torneo para una Eli y una Patty emocionadas al final con su regalo de final de temporada y con poder jugar juntas aunque sea una jornada más.
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