Raro es que sea el propio Fernando Belasteguín el que anuncie su separación de un compañero, máxime si se tiene en cuenta que en el momento de anunciarlo, aún le quedaba por disputar su partido de cuartos del Master Final.
Sus razones tendrá para hacerlo público, quizá para agradecer a su hasta ahora joven acompañante, Agustín Tapia, el trabajo diario, el sacrificio pasándose a la derecha, los viajes, las peleas en los torneos y también las victorias.
Han sido una pareja por la que pocos apostaban al principio al tener que perder parte de su empuje para que Bela siguiese jugando en el revés, su posición ideal, pero que ha sabido juntarse, encajar sus piezas y brillar, logrando incluso un título, el Open de Cerdeña, así como dos finales más (Vuelve a Madrid Open y Menorca Open).
Una pareja, como tantas otras, que ha hecho de la unión de veterano y joven su punto fuerte, con un Bela que sigue siendo el factor diferencial en los momentos tensos de los partidos por su capacidad mental, y un Tapia que vuela sobre la pista y tiene talento y recursos a partes iguales.
Esta conjunción de padre e hijo deportivo, como el propio Bela denomina en el vídeo publicado, llega a su fin. El año que viene defenderán intereses distintos con compañeros distintos, pero siempre desde el respeto y admiración mutuos.
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