Otra vez han vuelto a demostrar que el estado de forma en el que viven es de auténtica excelencia. El final de año que están viviendo es de matrícula de honor, lejos de las dudas del inicio de temporada. Ahora son las auténticas reinas y han reforzado su dominio en la Race 2020 con otro triunfo. Y van tres.
Lucía Sainz y Gemma Triay, fuerza y calidad, energía y compromiso, entrega y trabajo en equipo, todo calificativos positivos para lo que están logrando a base de buenos partidos, de saber sufrir, de esperar su momento. Y vaya si tuvieron que esperarlo, porque Marta Ortega y Marta Marrero, recién aterrizadas en su segunda etapa, demostraron que no habían »perdido la memoria» de cómo jugar juntas, hacer daño, y presentar candidatura al título.
Empezaron mucho mejor incluso, ofreciendo mejores réditos en ataque y sumando no solo uno, sino hasta dos breaks a su favor, manejando los tiempos y la pelota a su antojo, sin que ni Lucía ni mucho menos Gemma, quien no encontraba la inspiración con el remate, una de sus mejores armas, pudieran hacer nada. Con muy pocos fallos y mucha regularidad, fueron poniendo cada vez más espacio entre ellas y consiguieron en poco más de media hora, anotarse el primer set (2-6).
Pero entonces salió el gen más competitivo de Sainz y Triay, su madera de líderes, sus múltiples recursos. Eran ellas en el segundo las que iniciaban con un break, al que seguían varios errores no forzados y, sobre todo, excesivas concesiones a Marrero y Ortega, pareja que nunca las desaprovecha, y gracias a ello pudieron revertir la desventaja y hacer que el partido fuese igualado hasta el final, que necesitó de un tie break en donde el acierto total se instaló en el banquillo de la catalana y la menorquina. Parcial de 7-1 e igualada total (7-6).
Y para despedir la final y ponerle una gran guinda, quedaba un tercer set en el que ya Lucía y Gemma crecieron del todo y soltaron por fin la muñeca. Saque conservado, break y de nuevo saque en el bolsillo, poniendo así un 3-0 que era síntoma de lo que estaba por ocurrir.
Intentaban recuperar lo cedido las de Juan Alday, pero ya sus oponentes habían cogido carrerilla y no cederían lo más mínimo. Siguieron adelante con su »ritmo machacón» para llegar al 5-2 y servicio a su favor. Sin embargo, no aprovechaban esta primera oportunidad, viendo cómo la distancia se reducía ligeramente (5-3) hasta que, ya en el noveno juego, no concedieron más. Partido y victoria en Alicante (2-6, 7-6 y 6-3), con remontada ante una pareja a la que es muy complicado darle la vuelta en el marcador, que está llamada a conseguir muchos triunfos y, por qué no, el nº1.
Pero ahora el nº1 son Lucía y Gemma, las mejores por méritos propios, las que campeonan solas y las que, si nadie lo remedia, podrían hacer póker de títulos en su segunda casa, en Madrid, en la próxima cita del circuito.
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