Alicante nos permitirá ver, en la final femenina, a las dos parejas más en forma de la competición. Por un lado las recién estrenadas Marta Marrero y Martita Ortega, que han vuelto justo donde lo dejaron, con un hambre voraz de títulos y de partidos ganados, sacrificando quizá algo de la parte extradeportiva por las sensaciones que destilan en la pista, jugando casi de memoria y exhibiendo un físico imponente, y por el otro Lucía Sainz y Gemma Triay, instaladas en la excelencia en los últimos torneos y con un final de año de matrícula de honor, que les ha servido para ser las líderes de la Race 2020.
Sufrieron más, eso sí, las ‘Martas’, en el choque de la mañana, pues Mapi y Majo Sánchez Alayeto, las que saludaban desde el otro lado de la red, sonreían con esa cara de »te voy a poner en muchos aprietos», y lo hicieron. Fue un partido imperial que tuvo de todo: dominio alterno, recuperaciones imposibles, golpes desde todos los ángulos, mucho desgaste, exigencia, intensidad, muchos kilómetros en las piernas, actitud…
Empezó todo con puntos muy largos y trabajados, para medirse mutuamente, para dar paso a un dominio casi total de Marrero y Ortega, aprovechando una rotura de servicio para volar sobre la pista y consolidar cada vez más su juego, dejando a las gemelas sin producir ya hasta el final (2-6).
Segundo set, mismo inicio, con la canaria y la madrileña de nuevo adelantándose al romper el servicio de las de Jorge Martínez que, sin embargo, esta vez no entregaron el mando del partido. Supieron aguantar el estirón rival y esperar su momento, ser pacientes, aguardar y…dar la estocada cuando ya no había margen de recuperación; contrabreak, saque conservado y segundo envite a su favor. Eliminatoria igualada.
De nuevo locura total y mucho intercambio de pegada en el tercer set, donde se decidía todo. Otra vez (ya la tercera) que las ‘Martas’ se ponían por delante y esta vez fueron capaces de conservar esa ventaja y ampliarla todavía más cerrando, en su regreso como dupla, su primera final (2-6, 6-4 y 3-6). Están en su territorio y no quieren que nadie se lo conquiste.
Gemma y Lucía, modo apisonadora
Impresionante la demostración de Lucía Sainz y Gemma Triay, quienes siguen imponiendo un físico soberbio en sus partidos unidos a un pádel cada vez más rotundo, ese que les llevó a campeonar durante varios torneos no hace tanto y que quieren recuperar.
Llegaban sobre aviso ante Eli Amatriain y Patty Llaguno, tras derrotar estas a Alejandra Salazar y Ari Sánchez, pero ni por esas midieron más su explosividad. Salieron en tromba y el resultado es muestra de ello.
En la primera manga ya pusieron la palabra contundencia al lado de su nombre (0-6), siendo capaces de desarbolar por completo la cadena de fabricación de puntos de Eli y Patty, superadas en la pegada, en las recuperaciones, en la red, en el cristal…un ejercicio de control total ante el que nada podían hacer, desgraciadamente, las »hormiguitas». Lo intentaron y le pusieron toda la fe del mundo, pero no les bastó con eso.
Y en la segunda, aunque mejoraron bastante las sensaciones de Llaguno y Amatriain, el dominio de Sainz y Triay siguió siendo muy sólido, aprovechando ellas sí las bolas de break de que dispusieron y volviendo a adelantarse ya en el cuarto juego, con otro arreón que significó luego el 1-4 y el partido cerrado totalmente, susto mediante de una torcedura en el pie de Patty. Otros dos billetes para la final (0-6 y 3-6) y otro partido en el que demuestran su crecimiento.
Todos delante de la pantalla para ver, a partir de las 10 de la mañana, el espectáculo del pádel femenino entre Lucía Sainz y Gemma Triay ante Marta Marrero y Martita Ortega.
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