Mirando el histórico de los torneos de esta temporada, a Ale Galán y Juan Lebrón se les han atragantado más de una vez los inicios. Desde que el velocímetro está a 0 y hasta que coge velocidad de crucero, sufren, no es encuentran cómodos y les cuesta coger ritmo, es su ‘talón de Aquiles’, ese momento en que son vulnerables y los rivales tienen un pequeñísimo resquicio para »meterles mano».
Pero ese momento pasa (suele coincidir con los octavos de final) y ya cogen carretera para no detenerse hasta la final. Sin embargo, en este Alicante Open se hizo más largo y tedioso de lo habitual merced al buen hacer de Gonzalo Rubio y un local, Christian Fuster, que les hicieron sudar sangre para otorgarles la victoria, tanto, que al final casi son ellos los que tienen que despedirse.
Y eso que el partido comenzó con viento favorable a sus intereses, pues un arreón inicial les colocaba con el marcador en ventaja y con dos breaks a su favor, ponían el 5-2 en apenas media hora de encuentro, lo que significaría, en cualquier otro momento, un dominio total, sobre todo si en los dos siguientes juegos consigues cerrar el primer set a tu favor, como ocurrió (6-3).
Pero en el segundo, el sevillano y Fuster, arropado por la grada local, no cedieron el partido como se presuponía, sino que lo pelearon y fueron capaces de resurgir, aplicando a los números 1 la misma medicina recibida; se juntaron, cerraron espacios y subieron bastante más a la red, imponiendo un tremendo físico que les concedió un 0-2 de inicio que se ampliaría hasta un 3-6 que ponía las tablas en el marcador. Y así llegó el tercero, donde la igualdad punto a punto fue una constante, con Galán más asfixiado en defensa y Lebrón sin poder sacar su versión mágica, al tiempo que Rubio y Fuster crecían minuto a minuto.
Así llegaron al tie break que desde luego no fue travesía fácil para ninguno de los cuatro y se vivía al borde del abismo, cualquier error costaba doble y la tensión se cortaba con un cuchillo. Esa tensión quizá pasó mayor factura a Gonzalo y Christian y un par de errores fueron suficientes para el emerger de los líderes del ranking, quienes ahora sí lograban mostrar superioridad y contundencia. Partido cerrado (6-3, 3-6 y 7-6) y billete a cuartos, donde se espera que naveguen con más tranquilidad.
Tampoco fue fácil la victoria de ‘Tito’ Allemandi y ‘Momo’ González ante Juani Mieres y Álvaro Cepero. Un partido que, digamos, fue calcado al anterior, pues Allemandi y González empezaron a toda máquina, sin ceder un solo juego, arrebatando todos los saques a sus rivales, siendo muros en defensa y artilleros total en ataque. Un despliegue tal que se anotaban un 6-0 muy doloroso para los oponentes a los que obligaban a reaccionar.
Y lo hicieron, pero con muchos problemas. La solidez defensiva de ‘Momo’ y ‘Tito’ no decayó y aunque mejoraron en su labor anotadora, Cepero y Mieres sufrían más de la cuenta para sumar. En el quinto juego consiguieron un break muy valioso dadas las circunstancias, si bien cuando ya cantaban victoria para cerrar el set, un contrabreak les devolvió a la realidad y les obligó a hacer un juego más (con otro break) para llevárselo e igualar. Y en el tercer y definitivo envite hubo que recurrir a la muerte súbita para conocer a los ganadores, un tie break que fue igual de largo que el set en sí, pues se fueron al 12-10 para decidirlo, cayendo del lado de Allemandi y González, quienes dan otro pasito para consolidar su crecimiento (muy buen año el suyo) y para seguir opositando al Master Final gracias a un 6-0, 5-7 y 7-6.
Para todos los demás cabezas de serie, facilidad absoluta en sus victorias salvo la excepción de Sanyo Gutiérrez y Franco Stupaczuk, quienes también tuvieron que poner la ficha del tercer set y remontar ante un Sergio Alba y un Francisco M. Gil que no paran de recibir elogios. Les ganaron el primer set, muy parejo, por solo un break de ventaja, pero después desaparecieron o, mejor dicho, les hicieron desaparecer, con dos parciales casi perfectos, de control total, en los que Stupa y Sanyo dirigieron las operaciones a su antojo y demostrando también mayor frescura de piernas, pues Gil y Alba venían con más kilómetros a las espaldas (5-7, 6-1 y 6-1).
Se terminó el brillante caminar de José Solano y Jaime Menéndez en este torneo, que ha sido (esperemos) el de su consagración definitiva, el terminar de mostrarse y afianzarse en las previas y llegar más asiduamente a cuadro final. Sus verdugos han sido otros dos jóvenes, Javi Rico y ‘Coki’ Nieto, quienes necesitaban también una victoria importante para volver a destacar y a afrontar el final de campaña con mejores sensaciones mentales, pues venían jugando bien pero los resultados no terminaban de acompañarles (0-6 y 1-6).
La sorpresa del día llegó de la mano de Álex Ruiz y Pablo Lijó, otros que están de dulce en tierras alicantinas yq ue lograron superar a ‘The Rocks’, Agustín Gómez Silingo y Matías Díaz, dos jugadores que no negocian nunca la entrega. El caso es que, tanto en el primer parcial como en el segundo, Ruiz y Lijó mostraron una compenetración excelsa y muy buen ritmo de bola, con acciones muy rápidas y que sumaban puntos con bastante facilidad, contraponiéndose al estilo rocoso de sus rivales. Los de Ramiro Choya pegaban y pegaban y no paraban de soltar bombas que hacían imposible que saliesen a flote los argentinos a pesar de su excelente predisposición (llevan poco juntos pero han encajado muy bien). Así, la ventaja caía siempre del lado del andaluz y el gallego, quienes se llevaron la contienda por 4-6 y 2-6.
En el resto de choques, los marcadores fueron los siguientes:
Uri Botello – Javi Ruiz vs. Miguel Yanguas – Aris Patiniotis (6-3 y 6-3)
Javi Martínez – Javi Garrido vs. Maxi Sánchez – Martín Di Nenno (2-6 y 1-6)
José Rico – Ernesto Moreno vs. Pablo Lima – Paquito Navarro (1-6 y 2-6)
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