Visto lo visto, parece que el título conseguido hace dos torneos les sabía a poco y querían más. Tras imponerse en Cerdeña e intentarlo de nuevo en el hogar de Gemma Triay, Menorca, ella y Lucía Sainz se han aupado a lo alto de la casa de Lucía, Barcelona. Y lo han hecho no solo peleando sin descanso ante una pareja que impone siempre su físico y sus tiros con mordiente total, sino aguantándolas y respondiendo con idéntica receta.
Intensidad pura en el duelo entre las citadas Gemma y Lucía ante Mapi y Majo Sánchez Alayeto, dupla de pólvora contrastada en cada golpeo, de entrega sin condiciones y de búsqueda constante de perfección. Las cuatro llegaban tras dejar por el camino a importantes cabezas de serie y con muy pocas flaquezas. Se avecinaba un duelo de altas revoluciones y vaya si lo fue.
Aunque principalmente en un solo lado de la red, el de Lucía y Gemma, pues desarbolaron por completo el planteamiento que las hermanas mañas traían seguro en su libreta: echarles para atrás y obligarles a defender. Pusieron las marchas de su pádel a altas revoluciones y colocaban rápidamente un 3-0 en el marcador sin apenas dar tiempo a parpadear y esta vez, no como ocurrió en Menorca, no bajaron el pistón.
Siguieron percutiendo una y otra vez, logrando otro break más y dejando ya una distancia imposible de reducir por mucho que se empeñaron en ello Mapi y Majo, pero no conseguían enlazar sus bandejas y sus subidas continuas a la red y por ahí perdieron el primer parcial (6-2).
Distinto set, mismo guión. Es verdad que esta vez las chicas de Jorge Martínez supieron asegurar su primer servicio, pero no mantuvieron mucho la iniciativa en el marcador. Gemma y Lucía sacaron, igualaron la contienda (1-1) y empezaron otra vez a escalar sin mirar atrás. Break en su siguiente servicio y 3-1 en el marcador, después 4-1 y aunque se pudo ver una tímida reacción de las Alayeto, se quedó en eso, en tímida, pues no terminaron de certificarla y con total seguridad y aplomo y sin bajar las prestaciones en defensa ni cometer errores de bulto en ataque, las pupilas de Rodri Ovide cabalgaron desbocadas en pos del título.
Final de 6-2 y 6-3 siempre asegurando su saque y no dejando que les arrebataran los breaks conseguidos. Título, aplausos del público y sonrisa y emoción en Lucía Sainz, vencedora en casa.
Los últimos resultados (título en Cerdeña, subcampeonato en Menorca y título ahora en Barcelona) les permiten haber dado un bocado a la clasificación y colocarse como las líderes en la Carrera de Campeonas en este 2020. Como decía Gemma, »lo importante es a final de año, no ahora», pero todo suma y este triunfo puede suponer su motivación definitiva para aspirar a todo.
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