Un duelo que se antojaba muy parejo en cuanto a la composición de las parejas. Dos veteranos, uno en cada lado y dos jóvenes, exponentes de ese pádel argentino que a cuentagotas ofrece jugones de talento sin fin.
Cara a cara, el eterno Fernando Belasteguín y Agustín Tapia ante el mago Sanyo Gutiérrez y el »chaqueño volador», Franco Stupaczuk, estilos idénticos de juego pausado, de control y de dardos envenenados por igual.
Unos llegaban tras convertirse en campeones en Cerdeña y los otros con la ilusión de su primera final y, por qué no, de su primer título, tras un Master de ambos en semis ante Mati y Maxi y ante Lebrón y Galán.
Y ese gran trabajo de ambas duplas lo pusieron pronto sobre el azul tapete Sanyo y Stupa, quienes empezaron muy asentados y sin apenas cometer errores. Saque cerrado a favor y break en el siguiente punto de oro mediante. 2-0 arriba que consolidaban de nuevo con su siguiente servicio y así colocaban el 3-0 que sería una ventaja insalvable a pesar de los intentos de Bela y Tapia, quienes se acercaron únicamente en la parte final más con empuje que con pádel, pero claudicaban en poco más de media hora con un 3-6.
Esta vez, Fernando y Agus sí que pudieron mantener su servicio en el estreno del segundo envite, no sin ciertos problemas. Les costaba mucho conservarlo, especialmente el del joven de Catamarca, que solventaba esos obstáculos con un despliegue total en todas las áreas de la pista, en recuperaciones dentro y fuera de la misma, remates muy potentes y recogiendo los smashes que tiraba Stupa. Eso les dio un pequeño respiro en forma de paso adelante con un break a su favor en el cuarto juego, pero poco después emergió durante cinco minutos Franco Stupaczuk. Esos cinco minutos fueron suficientes para recuperar el terreno perdido y dar la estocada definitiva, ganando un juego él solo con sus acciones y rompiendo la inercia a su favor.
Con 3-3 en el segundo, llegaba un susto para Bela, quien volviendo de espaldas para recibir un remate de Stupa, se torcía uno de sus tobillos, pero afortunadamente todo quedó en un susto y pudo continuar; de hecho, siguió sacando y conservó su servicio sin problemas.
En el discurrir del noveno juego se produjo en constante ir y venir de bola que desencadenó en un periodo de breaks y contrabreaks del que salieron victoriosos el de San Luis y el de Chaco para, justo después, finiquitar la final a su favor con un 3-6 y 5-7.
El título supone, además, el doblete para Sanyo en la isla, pues la pasada campaña ya se coronó junto a Maxi Sánchez en el mismo lugar. Menorca le sienta bien y por el momento, ha supuesto que llegue a lo más alto por primera vez este año.
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