Aunque en la fotografía que ilusra la noticia no se aprecie demasiado, ahí está. La lluvia hacía acto de aparición en forma de temporal y cielo negro en tierras italianas e impedía la celebración de la jornada de octavos de final del Cerdeña Open. Todos al hotel, a resguardarse del líquido elemento, a buscar actividades alternativas.
Desde por la mañana, nubes cada vez más oscuras empezaban a asomarse en el cielo anunciando lo que se temía y que finalmente ocurriría, que tuviese que pararse la jornada, tapar con lonas la pista y parar, pero ese parón cada vez se alargaba más y no había noticias del circuito más allá de un tweet que colgaban y que decía lo siguiente: »Las lluvias durante la noche retrasan el inicio de la jornada en Cagliari. Los partidos arrancarán cuando mejoren las condiciones meteorológicas».
De ahí, a la suspensión oficial de la jornada y su correspondiente anuncio, pasaron 6 horas, tiempo en el que no hubo una sola comunicación, un solo tweet, ningún anuncio, algo a todas luces incomprensible para los aficionados, que únicamente sabían del devenir de los acontecimientos por lo que los jugadores iban colgando en sus redes sociales.
Tenemos que seguir mirando al cielo hasta las 16h 🧐
Pistas drenando todo lo que pueden, pero ha llovido lo que no hizo desde hace 4 meses😤. #WPTSardegnaOpen 🇮🇹 pic.twitter.com/1lqVZwhKuB— martita ortega (@martita_ortega) September 10, 2020
Al final, el circuito emitió un escueto texto que explicaba lo que todos temían: »Queda oficialmente suspendida debido al temporal de alta intensidad sufrido en Cagliari que imposibilita el desarrollo de la jornada en las cinco pistas del Cagliari Tennis Club. La fase de octavos y el resto de la competición se retomarán cuando las condiciones meteorológicas y el reacondicionamiento de las pista hagan posible la disputa de los encuentros programados», tarde, pero al menos publicaron algo.
Así, los jugadores decidieron hacer algo de turismo, descansar, entrenar en pistas cubiertas o en gimnasios o dedicarse a jugar a juegos de mesa, leer e intentar pasar el rato de la mejor manera posible.
Lo malo para todos es que la previsión no da excesiva tregua y se esperan lluvias durante todo el día de hoy y parte del sábado así que o se alarga mucho el torneo (hasta el martes) o se comprime todo para terminar el mismo domingo. Veremos qué decisión se toma.
Lo único cierto es que hoy todos se levantarán y harán lo mismo: mirar al cielo y esperar que escampe.
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