Mapi y Majo Sánchez Alayeto han regresado, si es que alguien dudaba de que alguna vez se habían ido. Para nada, porque solo estaban tomándose un descanso o viendo cómo progresaban y cambiaban las rivales. O, simplemente, vivieron con la lesión de la mitad del equipo ese típico altibajo de todos los deportistas. El caso es que en este Adeslas Open han vuelto a demostrar su calidad y su hambre infinita.
Duelo de cuartos ante dos huesos, Marta Marrero y Paula Josemaría, ante quienes ya se vieron las caras no hace mucho y sufrieron una derrota, pero aprendieron y ahora han cambiado la fórmula.
Empezaron muy bien las cuatro, todas explotando sus puntos fuertes, y aunque poco a poco Marrero se fue perdiendo y diluyendo ligeramente, Paulita sostenía a pulso el barco, sin hacerlo zozobrar, sacando a relucir ese juego eléctrico, poderoso y de genia que tiene y que parece a veces demasiado atado, y eso les llevó a vencer en el primer set (4-6).
Pero la sonrisa cambió de bando y la que vimos al principio del encuentro en la cara de una de las gemelas (algo raro pues siempre llegan muy, muy concentradas y pensativas) auguraba fiesta, y hubo fiesta. Salieron al segundo decididas a dominar, y lo hicieron, con la fórmula de Jorge Martínez aplicada a la perfección: hacer defender y pegar al cristal a Paula.
Y a eso se dedicaron con ahínco y acierto puro, lo que les valió para encontrar la rendija por la que llegar a la red, su hábitat natural y allí hacerse gigantes, con dos parciales idénticos (6-3 y 6-3) que les metían en semis, les colocaban claramente en la lucha con las mejores y les otorgaba un importante golpe sobre la mesa ante una pareja favorita siempre.
Alejandra Salazar y Ari Sánchez fueron una apisonadora ante Delfi Brea y Ana Catarina Nogueira. Tremendo parcial (6-2 y 6-0), amplio y doloroso, el que se llevaron para casa la portuguesa y la argentina, superadas en todo momento por el ‘Equipo A’, llegadas tras recomponerse del torneo anterior, donde se despidieron antes de tiempo.
Las de Manu Martín estuvieron ágiles e incisivas, provocando contantes errores en sus rivales, donde Delfi no se enchufaba y erraba de más, muy floja en el juego y con excesivos errores no forzados, y donde Nogueira intentaba imponer su físico, pero la diestra de Salazar y los tiros descerrajados de Ari provocaban más pánico aún. Están brillando sobremanera Ale y Ari y son firmes candidatas. Ojo con ellas porque pueden dar un importante golpe sobre la mesa.
Un doble 6-3 recogieron de su partido Gemma Triay y Lucía Sainz para derrotar a Carolina Navarro y Cecilia Reiter. Empezaron mejor la argentina y la andaluza, con break a su favor, pero su resistencia fue disminuyendo en favor de una pareja que empezó a crecer y que supo tirar más de recursos para hacer valer su juego.
Martita Ortega y Bea González mantienen la línea de mejoría y victoria marcada desde hace unos cuantos partidos. Las jóvenes se han vuelto a colar en semis esta vez a costa de la dupla que les plantó cara en la final del torneo anterior, Eli Amatriain y Patty Llaguno, a las que derrotaron con más claridad que hace una semana (6-3 y 6-4).
Aprendieron cómo hacerles daño y volvieron a repetir la fórmula, aunque con mayor solvencia, para no alargar tanto el partido y desgastarse en exceso. Estuvieron muy finas en la elaboración y en la ejecución, logrando un break en el primero que les puso en temprana ventaja y sabiendo reponerse en el segundo de un mal comienzo para, con cuatro juegos seguidos, darle la vuelta al marcador y cerrar la eliminatoria.
Las semifinales que nos quedan este sábado son las siguientes:
Ale Salazar – Ari Sánchez vs. Martita Ortega – Bea Fernández
Gemma Triay – Lucía Sainz vs. Mapi y Majo Sánchez Alayeto
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.