Pocos partidos tan completos se les recuerdan a Juan Tello y Fede Chingotto. Si ya de por sí acostumbran a jugar con un descaro descomunal y a tutear a toda pareja que se les ponga por delante, esta vez lo hicieron más que nunca y eso que sus adversarios no eran unos cualquiera.
Hablamos de Matías Díaz y Maxi Sánchez, dupla más que contrastada de veteranos mineros, trabajadores incansables, de los que no dudan en remangarse y bajarse al barro para sobreponerse una y otra vez.
Los cuatro, en un duelo con dos jugadores de gran pegada (Tello y Maxi) y dos que son más de jugar por abajo (Chingotto y Mati) plantearon sobre el papel un encuentro que tenía visos de ser trabado, muy igualado, pero que sobre la pista cambió y se transformó en un monólogo sublime de los más jóvenes, un ejercicio de autoridad excelso que empezó con timidez en el primer set (break a favor de Chingotto y Tello en el tercer juego y recuperado por Mati y Maxi en el cuarto), solventado únicamente por una rotura a favor en los instantes finales (6-4).
Y en el segundo, todo se rompió y en medio de esa locura que se convirtió el partido afloraron el genio de Fede y la potencia de Juan, dominio total del »gato» y del »ratón» desde el break inicial, al que sumaron varios más para conquistar el segundo set por 6-1 y poner el cerrojo definitivo al partido.
Las derrotas suelen ayudar a mejorar, a pulir defectos y a hacerse más fuertes y el comienzo de esta temporada a puerta cerrada no había sido excesivamente positivo para Sanyo Gutiérrez y Franco Stupaczuk, algo que se confirmó en el anterior torneo, donde la imagen no fue buena, pero han sabido resetearse y ante Fernando Belasteguín y Agustín Tapia, dupla nada fácil de encontrarle las cosquillas, han ofrecido su mejor versión del curso.
En un choque muy serio por parte de Sanyo, mago a veces intermitente que esta vez voló por encima incluso del Madrid Arena con momentos de acierto sublime, y en el que Stupa estuvo concentrado de principio a fin, sin una sola desconexión, cortocircuitaban a Bela (algo muy, muy raro de ver) y ponían plomo en los pies de Tapia. Necesitaban una victoria así, una con autoridad y solvencia (4-6 y 2-6), para convencer y convencerse de que pueden aspirar a grandes cotas y ha llegado en uno de los peores choques de Bela de hace años, un partido en el que no estuvo metido del todo, fallando más de la cuenta y no siendo esa figura imponente que reina en el revés desde hace tantas temporadas, por más que su compañero tratara de enchufarle al partido una y otra vez.
Galán y Lebrón solventan la barricada de Botello y Ruiz
Ale Galán y Juan Lebrón superaron la complicada y laboriosa papeleta que tenían delante con el partido ante Uri Botello y Javi Ruiz, especialistas en enredarte y ponerte contra las cuerdas con ese juego de contragolpe y de regularidad absoluta, siempre a un altísimo nivel.
Partido 100% nacional que terminó con los hasta ahora imbatibles Galán y Lebrón reinando de nuevo merced a un doble 6-3 en el que se notó también el desgaste que traían acumulado el granadino y el melillense tras dos días de tres sets, lo que se tradujo en un break en contra inicial, una losa que ya pesó todo el choque.
Lebrón estuvo jugando con su habitual alto voltaje, mientras que Galán fue de menos a más, más diésel, pero cuando empieza a revolucionarse la pareja vuela, máxime si tiene delante a una pareja que en el juego de elaboración brilla pero a la que en esta ocasión le faltó la delantera, rematar las oportunidades, y por ahí se les fue el choque y la diferencia en el marcador. Muy fiables, Galán y Lebrón supieron manejar los tiempos y cometer muy pocos errores, una de sus grandes bazas, cediendo así muy pocas o casi ninguna opción con su saque, y logrando subir rápido a la red para apretar y conseguir un punto tras otro.
Por último, Paquito Navarro y Pablo Lima sí que tuvieron que sufrir algo más, pues el físico de Lucas Campagnolo y el genio de Juan Martín Díaz les obligaron a tres sets (2-6, 7-6 y 2-6) en los que dominaron con total confort en los que se adjudicaron y perdieron uno por escasos detalles.
Pusieron Paquito y Pablo la garra y la movilidad que les faltó en la cita anterior y eso, ante los golpes de JMD, ex compañero e ídolo del andaluz, es obligatorio, pues como te descuides, te hace un descosido desde el minuto 1. Recuperaron también el carácter y el hambre y con mucha intensidad pusieron la varilla de las revoluciones muy alta, a un ritmo cómodo para ellos pero no para el resto, desbocándose en pocos minutos para lograr el primer set y tener medio billete en el bolsillo.
Pero Juan Martín asomó secundado por su guardia pretoriano personal, y empezó a acumular y amasar la bola, a abrir ángulos y a repartir una master class de pádel a la que pocos llegan, lo que hizo que el choque se igualara y tuviera que decidirse en un tie break donde, de nuevo, subió el nivel de la exhibición.
En el tercero, volvieron a aumentar la intensidad el andaluz y el brasileño y eso causó muchos problemas otra vez al »galleguito» y a Campa, incapaces de moverse al ritmo de sus oponentes que, en vez de correr, volaban por la pista, consiguiendo de nuevo varios breaks que les dieron una ventaja más que suficiente para finiquitar el partido.
Estos resultados nos dejan las siguientes semifinales:
Fede Chingotto – Juan Tello vs. Paquito Navarro – Pablo Lima
Ale Galán – Juan Lebrón vs. Franco Stupaczuk – Sanyo Gutiérrez
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