Desde luego, no ha sido el día de las dos principales parejas del ranking. Ni Alejandra Salazar junto a Ari Sánchez ni Paula Josemaría con Marta Marrero vivieron una ronda de octavos plácida. Es más, sufrieron, tuvieron que pelear y bajar al barro a luchar por cada centímetro de pista, como si en un partido de rugby bajo la lluvia se tratase. Duelos trabados en los que fácilmente podrían haber quedado fuera.
Empezando por la madrileña y la catalana, decir que pasaron a base de corazón y de ganas, porque su juego comenzó trabado ante Ángela Caro y Nuria Rodríguez, dos jugadoras que plantearon un sistema de inicio que les funcionó y les permitió incluso ponerse por delante tras un primer set muy ajustado (4-6).
Eso sí, las chicas de Manu Martín reaccionaron a la perfección con un parcial demoledor en los dos siguientes envites a base de subir la intensidad y reducir sus errores, logrando ponerse por delante con ventaja suficiente a pesar de los arrebatos (efectivos en todos los casos) de Caro y Rodríguez, quienes no le perdieron la cara al choque y demostraron haber ganado muchos enteros como dupla. Al final, un resultado de 4-6, 6-2 y 6-2 para Ale y Ari no sin cierto susto en el cuerpo.
Por su parte, Paula Josemaría y Marta Marrero, para no diferenciarse de sus grandes rivales, vivieron una situación muy parecida y aunque ellas sí lograron iniciar el primer set por delante, lo hicieron de manera muy ajustada, en los compases finales y tuvieron que irse igualmente al tercero para superar a una Sandra Hernández y a una Tamara Icardo que en este segundo torneo de Madrid se encontraron muy cómodas y adaptadas a la pista. Prueba de ellos es que en el segundo, dieron un recital sobre la pista y dejaron completamente inoperantes a la catalana y la canaria, quienes solo pudieron recuperarse del »revolcón» al comienzo del tercero, con un parcial de inicio de 3-0 que les sirvió para volver a encontrar sensaciones y administrar con comodidad una ventaja que fue suficiente para su victoria (5-7, 6-2 y 5-7).
Otras que sufrieron de lo lindo fueron Martita Ortega y Bea González. También necesitaron tres sets para dejar en la cuneta a Aranza Osoro y Teresa Navarro, pareja de las que se agarra a la pista, al cuello y te acaba mordiendo cuando menos cuenta te das. Aranza y Tere no bajaron los brazos en ningún momento y complicaron (y mucho) a una Bea y a una Martita que no terminan de encontrar ese punch que se les presupone y que por calidad tienen. Es verdad que empezaron como locomotoras (1-6), pero también que quizá los nervios de la victoria les jugaron una mala pasada en el segundo, cometiendo demasiados errores en la parte final que les concedieron la igualada a las oponentes (7-5) y que dejaron el acto visto para un set más.
Allí, con un par de breaks de diferencia, volvieron la madrileña y la malagueña a coger las riendas del caballo y a galopar directas hasta el siguiente escalón (1-6, 7-5 y 3-6).
Mini sorpresa en el duelo entre Virginia Riera y Sofia Araújo ante Carolina Navarro y Cecilia Reiter a las que ganaron (sí también en tres sets) por 2-6, 6-4 y 6-1. Portuguesa y argentina demostraron una vez más la línea de mejora que tienen, que aún no han alcanzado su máximo nivel y que saben sufrir para ganar a grandes duplas con experiencia en estos partidos como son Carol y Ceci, dos que fueron de más a menos, empezando desbocadas con un excelente juego de inicio pero a quienes el acierto y quizá las fuerzas les fueron fallando poco a poco hasta ceder el protagonismo a las rivales (2-6, 6-4 y 6-1).
Sensible mejoría en Vero Virseda y Mari Carmen Villalba. Una victoria de empaque ante Delfi Brea y Ana Catarina Nogueira (5-7, 7-5 y 4-6), sí también en tres sets, en el partido más largo del día. Pero es una de esas victorias que vale doble y que significa un empuje moral enorme, porque Villalba y Virseda vienen jugando y entrenando muy bien y eso lo demostraban en la pista ante una dupla de la calidad y la entrega de Brea y Nogueira, nunca fáciles de vencer.
Tres duplas, alter ego en cuanto a sensaciones
Por contra, día plácido en la oficina para Gemma Triay y Lucía Sainz, muy cómodas en la gestión del juego, en la definición de los puntos y en la toma de decisiones. Endosaron a Raquel Piltcher y Lorena Alonso un 6-1 y 6-1 que fue visto y no visto y que les catapultó de manera express a la siguiente ronda.
Igual les ocurrió a Patty Llaguno y Eli Amatriain ante Anna Cortiles y Jessica Castelló, pues apenas les dejaron entrar en juego y gozar de oportunidades ni con su saque ni desde el resto. Un tremendo parcial de inicio continuó a lo largo de todo el duelo para sellar su victoria por 6-0 y 6-1.
Mapi y Majo Sánchez Alayeto tuvieron un partido que por marcador estuvo ajustado (6-4 y 6-3 ante Celeste Paz y Carla Mesa), pero que en cuanto a sensaciones aparentaron tenerlo controlado. Volvieron a sacar ese pádel tan ofensivo y que les da tan buenos resultados para corroborar un triunfo que les sigue dando ritmo de partidos, crecimiento y recuperación de sensaciones. Necesitan las Atómikas más choques para terminar de encontrarse y terminar de explotar y victorias como estas les harán sacar en el futuro su mejor versión.
Todas las clasificadas enfilan ya los cuartos de final con muchas ganas y con partidos que no estarán exentos de emociones fuertes.
Estos son los enfrentamientos de 1/4 en la categoría femenina
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