El punto de oro volvió a demostrar su ineficacia a la hora de rebajar los tiempos de los partidos. Y es que la final masculina, una oda al pádel con los cuatro principales candidatos al número 1 este año: Alejandro Galán y Juan Lebrón en un lado de la red y Paquito Navarro y Pablo Lima en el otro. Cuatro colosos.
Un duelo en el que la bola se descerrajaba una y otra vez, golpeada sin impunidad alguna por las palas de los protagonistas, intentando unos meterle mucha velocidad y peso a la bola y los otros bajarle las revoluciones, armar mucho el juego, y contragolpear.
Con cambios constantes entre el revés y la derecha los chicos de Mariano Amat, pusieron un punto de intensidad muy alto al que respondieron sus adversarios sin venirse abajo, demostrando que este era un PARTIDO, así, en mayúsculas, en el que, quien quisiera imponerse, iba a tener que trabajar mucho.
Empezaron mejor el brasileño y el andaluz con un 0-2 arriba que prometía, y que pasó después al 1-3 tras un punto de oro que podría haber provocado las tablas en el marcador, momento en el que vino la reacción de la dupla nº1. Tiros fuertes, cambios de dirección inesperados y tablas al paso por el sexto juego (3-3) que se mantuvieron hasta el 6-5, cuando Lebrón y Galán tuvieron en sus manos un punto de oro para poder llevarse el primero, pero no se hicieron con él y todo se avocó al tie break. Un tie break largo, en el que se pasaron y repasaron y que pudo haber sido para cualquiera hasta el 10-12 que les sirvió a los pupilos de Ramiro Choya para ponerse un pasito por delante.
En el segundo, el zafarrancho de combate por parte de Ale y Juan fue increíble, tanto que desarmaron cualquier intento de sus rivales de cerrar el partido por la vía rápida en dos sets. Se hicieron dueños del rectángulo azul a pesar de que las condiciones (bola muy lenta) no les favorecían, pegando cañonazos desde todos los lugares de la pista y logrando un break (3-2) que les catapultó directos hacia la igualada sin que ni Paquito ni Pablo pudieran hacer nada.
Con la inercia a favor, el madrileño y el andaluz se volcaron en ataque para conseguir llevarse el partido, logrando un break inicial que les ponía todo muy de cara pero lejos de arrugarse, desde el otro lado llegaban dos transatlánticos que se encargaron de mostrar cada minuto que pasaba una versión más letal, devolviendo el golpe del set anterior y consiguiendo, en el noveno juego, cerrar a su favor la primera final del año (6-7, 6-2 y 3-6), el liderato del ranking y el primer título de Maestros pegado a su nombre.
Bravo por los cuatro enorme torneo y mejor final. Partido excelso que refrendó que son los grandes favoritos del año y que irán a por todas en cada cita.
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