Fuera de la pista sonríen, son dulces, amables y muy cercanas, pero dentro de ella, su pelaje competitivo les transforma en dos jugadoras que, pese a su corta edad, acumulan una calidad impresionante y que se manejan a la perfección en los momentos complicados de un choque, capaces de sacar golpes imposibles y de sobreponerse a quien tengan por delante.
Hablamos de Martita Ortega y Bea González, quienes tenían ante sí el duelo más complicado (sobre el papel) de los cuartos de final femeninos de Marbella, toda vez que al otro lado de la red aparecían imponentes y con una ambición sin límites Mapi y Majo Sánchez Alayeto, quienes quieren hacer de 2020 su año, volver a reinar.
Las cuatro, por caprichos del destino o más bien de la organización, fueron »aparcadas» en la pista 2, algo incomprensible teniendo en cuenta que jugaba una de las mejores, si no la mejor pareja de los últimos tiempos (las Alayeto), una número 1 (Ortega) y una jugadora local (Beita), quien arrastró a un gran número de personas, por lo que lo más normal hubiera sido colocarlas en la central (sin menospreciar por ello lo más mínimo al resto de jugadoras). A ello respondió el público llenando mucho más las gradas de la pista secundaria que de la principal, y animando tanto que hasta por el streaming se oían sus aplausos y vítores. Golpe a la organización.
Volviendo a lo deportivo, decir que empezaron mejor la madrileña y la andaluza, desbordando a las Alayeto y echándolas hacia el cristal, su territorio menos natural, donde menos cómodas se sienten, y eso se notó en el 3-0 inicial que encajaron en contra. Sufrían y se agarraban como podían hasta que decidieron cambiar la rutina de su juego y centrarse más en Martita, pues Bea jugaba por ella y por la afición y si ya de por sí cubre pista y achica espacios, imagínense con la grada de su parte.
Así, se llegó al 3-2 que iluminaba la luz de la igualdad pero Martita y Bea no estaban por la labor de regalarles la más mínima posibilidad a las hermanas y con el punto de oro mantuvieron las diferencias y la cautela (4-2). Un nuevo break consolidaba su dominio (5-2) y cerrando posteriormente su servicio, cerraron el primer set con contundencia (6-2).
Empezaron con igual acierto y contundencia la pareja nº3 del circuito, poniendo a las gemelas literalmente contra las cuerdas (2-0) y provocando que Jorge Gutiérrez tuviese que reacondicionar toda la estrategia prevista, pues la línea marcada no estaba funcionando.
Mapi y Majo demostraron su condición ganadora y supieron reaccionar descerrajando la defensa oponente con tiros con mucho veneno y así de nuevo, igualaron el marcador, que permaneció invariable hasta el 4-4. En ese momento, de nuevo Bea y Marta se hicieron gigantes gracias a la consistencia que imprimaba en su juego la »doctora Ortega» y el ataque constante de Bea a los ángulos, abriendo brecha en la defensa rival y logrando llevarse un nuevo punto de oro, el que hacía el 5-4.
Con la inercia positiva a su favor, lo dieron todo desde el saque, necesitando tirar de calidad para remontar un 0-40 en contra. Un nuevo punto de oro les daba la victoria final (2-6 y 4-6) y el acceso a semifinales ante una de las parejas que, sin duda, este año va a llenar muchas finales.
Lucía Sainz y Gemma Triay tuvieron una clasificación express, sin entrar a la pista, debido a una inoportuna lesión de Delfina Brea que le impedía siquiera vestirse de corto y les daba el pase a la siguiente ronda.
Comodidad también, aunque ya sí jugando, para Alejandra Salazar y Ariana Sánchez, quienes a pesar de tener delante a Patty Llaguno y Eli Amatriain, una dupla que te hace sacar tu máximo aguante y paciencia, fueron capaces de lograr ante las »hormiguitas» una ventaja pocas veces vista (6-3 y 6-2).
Dos parciales demoledores de inicio en cada set les permitieron navegar con tranquilidad el resto del set a pesar de dos arreones con amago de remontada de las chicas de Neki Berwig que se quedaron en eso, amagos.
Por último, Marta Marrero y Paula Josemaría dejaron fuera a Aranza Osoro y Teresa Navarro, la sorpresa más grata de este primer torneo. La argentina y su compañera sacaron garra, pero el ímpetu y veteranía de Marrero y la creatividad de Paula fueron demasiados obstaculos como para triunfar (3-6 y 3-6).
Las semifinales de las chicas quedan de esta manera:
No antes de las 12 horas: Alejandra Salazar y Ariana Sánchez vs. Martita Ortega y Ariana Sánchez
18 horas: Lucía Sainz y Gemma Triay vs. Marta Marrero y Paula Josemaría
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